(Por: René Hurtado)
El Salvador, antes tenía 22 mil kilómetros, pero en la época del partido ARENA, a nuestro país le robó varios kilómetros nuestro país tiene 14 Departamentos y las ciudades más importantes son: San Salvador, Santa Ana y San Miguel.
Según datos históricos, el llamado «carnaval de San Miguel «nació como representativo del Milagro de la Virgen de la Paz y los migueleños, como referente de la Iglesia Cristina, celebró ésa aparición de la Virgen con éste carnaval aproximadamente desde 1959.
En la década de los 60s la fiebre del carnaval de San Miguel, se sentía en todo el país y especialmente en San Salvador y existían 2 orquestas y muchos conjuntos juveniles y entre las orquestas se encontraba; la del maestro Lito Barrientos y el maestro Paquito Palavichini.
El maestro Palavichini tenía una excelente orquesta y entre ellos el cantante Gil Medina y como todo salvadoreño, Paquito hizo renacer «Xuc» y en su letra decía «… el Xuc es un ritmo alegre muy sabroso pa bailar, lo bailan hasta los viejos y no pierden el compás, los extranjeros que vienen, también lo saben gozar, el Xuc es salvadoreño es un ritmo nacional»
¿Pero de dónde sale la palabra xuc? «El nombre de Xuc, se origina de un instrumento salvadoreño llamado juco o juque, un instrumento de viento típico de El Salvador, que al momento de tocarlo suena “Xuc, Xuc”. Por lo general, el Xuc se compone en un compás».
Pero el carnaval de San Miguel, es comparado a la Samba de Brasil con la diferencia que en éste, desfilan hermosas mujeres. En la década de los 60s,se formaban varias excursiones hacia San Miguel y el club de baile «los incógnitos» organizó varias y tuve la oportunidad de asistir a carnavales en San Miguel, con mi hermano mayor Alejandro Hurtado, Efraín Meléndez y Toño, quienes fueron fundadores del club «los incógnitos». Por costumbre al terminar el carnaval en horas de la madrugada, salimos rumbo a las playas del Cuco en motocicleta, pasando varias aventuras.
Junto a la nueva fiebre del Xuc, nació de Paquito Palavichini el Carnaval de San Miguel, que en su primera estrofa dice todo: «Para reír, para cantar, para bailar, para gozar, para sentir felicidad no hay más lugar, que San Miguel en carnaval…Ni pobre, ni rico, ni joven, ni viejo, ni Bello, ni feo, ni chele, ni prieto, ni hembra, ni macho, ni alto, ni bajo, todo es igual, en San Miguel, en carnaval.
La alcaldía actual y el pueblo de San Miguel, no le han rendido homenaje al maestro Paquito Palavichini, con el regalo que nos dejó el carnaval en San Miguel, a ritmo de Xuc. Todavía es tiempo para ese homenaje el sábado 30 de noviembre.
¿Cuál es la historia del carnaval de San Miguel? «Inicialmente las festividades se realizaban cada 8 de mayo, fecha de fundación de la localidad. En tales celebraciones predominaban las transacciones comerciales de mercaderes provenientes de diversas partes de Centroamérica.
En 1939 el Concejo Municipal decidió trasladar el festejo al 21 de noviembre en honor de la Virgen de la Paz, patrona de la población. Durante ese tiempo se realizaban fiestas locales en los barrios de la ciudad. A medida que pasaban los años, en los casinos de la localidad se desarrollaban festivales danzantes a los que tenían ingreso un reducido grupo de personas. Entre esos lugares cabe destacar el Casino Migueleño.
Mientras esto ocurría, en las afueras de los recintos el grueso de la población se conformaba con escuchar la música de las orquestas que daban vida a la celebración. Entre los conjuntos más importantes de esos años cabe mencionar la Orquesta Polío, de Paquito Palaviccini y de Lito Barrientos.
En 1959 los festejos tomaron un giro diferente. Ese año fue nombrado como Gobernador Departamental Miguel Félix Charlaix, quien, al notar el aislamiento de las mayorías durante las celebraciones, decidió que las orquestas tuvieran sus presentaciones en las calles de la ciudad. Dos años después de su inicio el carnaval tuvo un carácter internacional con la visita del presidente guatemalteco Miguel Ydígoras Fuentes y de las cinco reinas de belleza de Centroamérica. Con el paso de los años la popularidad del carnaval se extendió a todo El Salvador y los países vecinos, hasta el punto de auto proclamarse, en época reciente, como la fiesta más importante de Centroamérica.
Una parte significativa de los asistentes la conforman los salvadoreños residentes en el extranjero, especialmente de los Estados Unidos».