Los rayos son uno de los fenómenos naturales más peligrosos e impredecibles. Los sistemas de protección son aún similares al pararrayos inventado por Benjamin Franklin, hace casi tres siglos. Sin embargo, científicos están desarrollando una tecnología basada en un láser que podría neutralizar esta amenaza.
Säntis es lel pico más alto del macizo de Alpstein, en el noreste de Suiza. Es un lugar muy especial para los científicos debido a sus condiciones climáticas extremas. Allí se encuentra un observatorio y una red de sensores que registran constantemente datos sobre este fenómeno natural, los rayos, que tienen un gran impacto en la sociedad: cada año mueren en el mundo entre 6.000 y 24.000 personas por este fenómeno que también provoca apagones, daños en los aparatos electrónicos e incendios forestales.
El rayo es la única fuente natural de campo electromagnético. No existe una fuente similar en la naturaleza o fabricada por el hombre. Produce campos sobre todo el rango de frecuencias, empezando por frecuencias muy bajas hasta radiofrecuencias, microondas e incluso rayos X y rayos gamma.
Farhad Rachidi explica que «lo que hacemos es medir estos campos electromagnéticos, lo que nos ayuda mucho para entender el funcionamiento de los mecanismos físicos; pero también nos permite validar el modelo teórico que estamos desarrollando con el fin de simular el efecto del rayo y proteger su estructura.»