Los especialistas estadounidenses recomiendan a los que quieren perder peso que distribuyan las comidas durante 10 horas del día, y que las 14 horas restantes no coman nada. Este esquema permite no solo adelgazar, sino también mejorar la salud, aseguran científicos.
La alimentación restringida en el tiempo reduce los riesgos de enfermedades metabólicas, sostiene el estudio financiado por la Universidad de California en San Diego.
Los investigadores estudiaron los efectos de la dieta de 10 horas en 13 hombres y seis mujeres con metabolismo lento, característico en quienes abusan de la comida rápida y no llevan una vida sana. Las personas con síndrome metabólico también están en riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas. El tratamiento de estos pacientes requiere una pérdida de peso y cambio de hábitos, además del uso de estatinas para disminuir el colesterol y medicamentos antihipertensivos, observa el artículo, publicado por el portal Cell Metabolism.
Los participantes del experimento siguieron el horario prescrito por los científicos y después de 12 semanas, sus niveles de colesterol disminuyeron en un 11% y su presión arterial disminuyó entre cuatro y ocho puntos. Además, se deshicieron de unos tres kilos y perdieron entre cuatro y seis cm de cintura. Algunos de ellos notaron una mejoría en el sueño.
Según los científicos, la alimentación restringida en el tiempo es una intervención de estilo de vida potencialmente poderosa que se puede agregar a la práctica médica estándar para tratar el síndrome metabólico.