Un nuevo estudio apunta al agotamiento prematuro de células madres encargadas de la producción de pigmento.
Cuenta la leyenda que el día de su ejecución María Antonieta se despertó con el pelo completamente blanco. En tan solo una noche, la melena de la última reina de Francia había perdido todo su color ante la angustia de una inminente decapitación. Esta anécdota sirve como preámbulo para una nueva investigación en la que se demuestra por qué los periodos de estrés agudo generan la aparición súbita da canas, un fenómeno visible en rostros tan conocidos como el de Barack Obama, cuya cabellera luce plateada tras su paso por las angustias de la Casa Blanca.
La explicación de este secreto a voces es la siguiente. El estrés desencadena el agotamiento prematuro de las células madre encargadas de la formación del pigmento en los folículos capilares. Es decir, agota las reservas de color que se sitúan en el nacimiento del pelo dejando el característico color blanquecino de las canas. Si observamos este proceso a nivel molecular la respuesta es aún más interesante. El recién publicado estudio, presentado en la prestigiosa revista Nature, determina que ante una situación de estrés el sistema nervioso activa un mecanismo de ‘lucha o huida’ y empieza a segregar un neurotransmisor conocido como noradrenalina. Este, a su vez, incita a las células madre presentes en los folículos para especializarse en la producción de pigmento, agotando así las estructuras que ejercen de ‘depósitos’ de color del pelo.
Experimento en ratones
Este planteamiento, probado en ratones de laboratorio, descartaría otras teorías propuestas para explicar el abanico de causas que pueden originar la canicie. Los experimentos en roedores realizados en este trabajo demostrarían que ni el sistema inmunitario ni las hormonas como el cortisol son responsables del emblanquecimiento del pelo, pues en las pruebas en los que se eliminaban estos factores de la ecuación los animales seguían mostrando canas. Una vez descartadas estas hipótesis, los investigadores centraron su atención en el estudio del sistema nervioso y allí encontraron una respuesta a un fenómeno que, aunque muy presente en el imaginario colectivo, hasta ahora carecía de una explicación científica convincente.
El pelo blanco no tan solo es un símbolo que se relacionada con el avanzar de los años, sino que también puede ser un signo de determinadas deficiencias alimentarias o de trastornos como la alopecia o el vitíligo. Los expertos, además, recalcan que el estudio de las canas va más allá de las preocupaciones estéticas o de lo meramente anecdótico. “Entendiendo de qué manera el estrés afecta a las células que regeneran el pigmento estamos un paso más cerca de entender cómo el estrés afecta a otros tejidos y órganos del cuerpo”, comenta Ya-Chieh Hsu, uno de los científicos responsables del estudio afiliado a la universidad de Harvard. En un futuro, las investigaciones sobre este fenómeno podrían arrojar luz sobre cómo mitigar los daños causados por el estrés. Y, a partir de ahí, son muchos los frentes sobre los que investigar.
¿Función evolutiva?
“Es fascinante plantearse las posibles ventajas evolutivas que puede conceder una canosidad forzada por el estrés”, comentan los neurocientíficos Shayla A. Clark y Chistopher D. Deppmann, de la Universidad de Virginia, en un artículo complementario al recién publicado estudio. En el mundo animal, el pelaje blanco de los gorilas, por ejemplo, denota su capacidad para liderar su grupo. “Quizás un animal que haya soportado el estrés suficiente para ‘ganarse’ un pelo gris también demuestre que puede alcanzar un estatus superior en el orden social respecto al que le tocaría por su edad”, argumentan.