Sr. Ministro de Salud, ¡Mejoren los salarios!

Queda demostrada nuevamente la importancia del personal de salud en una sociedad. Hoy más que nunca. Son ellos los que dan la cara y también la vida para beneficio del paciente, ponen el pecho para que cuando la muerte apunte su mosquete sean ellos los que reciban el disparo mortal.

Pero ¿Cuánto ha llevado entender la importancia del personal de salud?: Muchísimo tiempo y es ahora que se debe reconocer el enorme trabajo que realiza un médico, una enfermera y cualquier otra persona que labora en salud; Sr. Ministro, usted conoce en carne propia las necesidades del personal de salud, no es un advenedizo en el tema y debe interponer sus buenos oficios ante el Presidente de la República para que sea en estos momentos cuando el reconocimiento a la noble y abnegada labor del personal de salud se traduzca en una nivelación salarial donde la equidad y los años que se llevan laborando sean,  los argumento sólidos para  que de una vez por todas se logre una justicia en cuanto a los salarios y hoy, mientras se lucha contra esta pandemia  se debe dar un  aumento equivalente al salario de un diputado a todo el personal de salud, y ¿Por qué dar los mendrugos?: No son cifras exageradas que vienen a mi mente en una operación matemática creyendo que es una burla de mi persona hacia mis colegas o un imposible, ¡de ninguna manera! Al contrario,  en este país mí y su dinero se dilapida cual maíz en una lotería de cartón;  todos los salvadoreños fuimos testigos que durante treinta años los gobiernos anteriores hicieron de la cosa pública un festín y mientras,   algunos alcaldes y diputados disfrutan  salarios arriba de los cinco mil dólares mensuales, gasolina gratis, viáticos, ricas viandas, bar en la Asamblea Legislativa, seguro médico privado, seguro de vida ,seguridad, carros de lujo a su disposición y  muchas prebendas más,  le pregunto ¿Cuál es la diferencia entre el personal de salud y un diputado?: Es abismal, es exponencial, ¡Ni siquiera hay comparación! Sería ofender a nuestro gremio Sr. Ministro pues nosotros damos la vida por los pacientes, mientras ese estamento político negoció la vida de mi prójimo.

Lamentablemente cuando se habla de aumento salarial al personal de salud todo parece exagerado pero los de arriba, esos diputados con escasas capacidades técnicas sí tienen todo el derecho de recibir salarios astronómicos ¡No puede ser! Se debe implementar a la mayor brevedad un seguro de vida similar al de un diputado (ignoro el monto) en caso de muerte ¿Qué parece muy alto?: No, no es alto, es el reconocimiento a esos héroes invisibles que día a día se rifan la vida, que no hay segundo en que no se peleen con la muerte para evitar que ésta se lleve un paciente, son esos que pasan 36 horas sin dormir y se come cuando apenas hay tiempo; todo lo antes mencionado no es ajeno a usted Sr. Ministro, apoye a todo el personal de salud para que su gestión sea recordada por aquel hombre que luchó por darle el lugar que merece  a la salud, con salarios dignos que garanticen al momento del retiro una pensión justa, humana y no la miseria que le corresponde al personal de salud hoy en día. Serán los médicos y  enfermeras los primeros en caer, ellos son la primera línea de fuego, no hay nadie entre el paciente y ellos, solo Dios.

Esto debe ser algo urgente ya que la lucha apenas empieza y debe Sr. Ministro revisar su equipo de trabajo minuciosamente pues parece que una vez asumido el cargo ministerial todo se olvida y ejemplo lamentable es lo sucedido con su antecesora. Muchas jefaturas descansan y ordenan desde su casa qué hacer, ¿Cree usted que enviar por las redes sociales un “me gusta” a sus  subalternos es suficiente?: ¡Por Dios! No, no son mensajitos de caras felices lo que el personal de salud necesita, todo se vuelve tangible y qué mejor que  ese “me gusta” sea “Aumentamos su salario”.

Algo debe quedar claro,  día a día el personal de salud se fatiga, usted muy bien lo sabe que se ha aumentado los horarios laborales, en otras instituciones se trabaja por turnos agotadores siendo una prioridad el contratar sea por interinato o una plaza fija a médicos que lleguen a apoyar a los que están en las trincheras, sino tendrá a la primera línea de defensa abatida por la fatiga y por esas medidas algo desatinadas que son tomadas por recursos humanos cuando debe ser el médico  en jefe quien las revise y las autorice, ellos saben qué es lo mejor tanto para el paciente como para los médicos y no un licenciado en administración de empresas que de medicina ¡Nada sabe! Rodéese de la mejor gente, pudiera darle una lista de  los diez mejores médicos del país pero no me compete hacerlo, personas con la mayor preparación académica y moral intachable que poco les importa el dinero sino que su único interés es servir a su país; búsquelos hasta debajo de las piedras para que su gestión sea fructífera, visionaria y qué mejor comenzar su nuevo cargo promoviendo un decreto que logre la nivelación salarial, un aumento dignísimo  y seguro de vida similar  al de un diputado.

Para cualquiera estas cifras son sacadas de una chistera pero no lo son, usted mejor que nadie sabe que así debe ser y véase en cinco años cuando usted vuelva al ruedo y cómo habrá deseado esas mejoras.

Le aclaro algo, estos no son regalos, ¡En absoluto! Es lo que tan merecidamente se ha ganado el personal de salud; es un momento histórico Dr. Alabí donde una tragedia quitó el velo que se tenía sobre los ojos y se hizo ver ¡al fin! que el personal de salud es por antonomasia la cum laude de las profesiones.

Éxitos, éxitos y  más éxitos y bendiciones  en su nuevo empleo.

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