Los efectos de la cuarentena obligatoria se hacen sentir en Latinoamérica, sobre todo entre la población más pobre. En Colombia, a lo largo de esta semana, se han observado movimientos de protestas para exigir comida. El hambre amenaza los sectores más vulnerables de la sociedad que piden ayudas económicas.
do sus ingresos y piden ahora comida.
En la capital, Bogotá, la alcaldesa Claudia López anunció la entrega de un ingreso básico equivalente a 100 euros a 350.000 familias pobres. Sin embargo, la entrega de comida y ayudas económicas aún no ha llegado a todos los que las necesitan.
Heidi Sánchez, concejala de Bogotá por el partido de izquierda Unión Patriótica, explica que “en Bogotá se ha activado un programa que se llama ‘Bogotá Solidaria en Casa’. Es un bono que se entrega a la gente, de como 160.000 pesos, pero a nuestro parecer lo que ha hecho es focalizar las ayudas a ciertos sectores poblacionales. Lo que hemos visto con este censo es que está totalmente incompleto: por ejemplo, para vendedores informales, la semana pasada, el director de la entidad que maneja este tema, decía que se habían entregado 1.100 ayudas, pero en un formato que se abrió hay registrados más de 186.000 vendedores en Bogotá”.
En la segunda ciudad más poblada del país, Medellín, se vive una situación similar, con más del 50% de la población que vive del sector informal. En los barrios populares, muchos denuncian con cacerolazos la falta de comida.
Daniel Duque, concejal ecologista, llama a instalar un ingreso básico universal más elevado que la ayuda económica instaurada por el actual alcalde: “El alcalde Daniel Quintero ha tratado de diseñar una estrategia para entregar alimentos puntualmente a familias y ha tratado de desarrollar un esquema de transferencias monetarias para enviarle dinero a la gente que más lo necesita. El alcalde está entregando como 100.000 pesos, que son como 30 dólares. Nosotros creemos que esto no es suficiente porque las familias más pobres son las más numerosas, son familias que necesitan un ingreso mayor para poder comprar las despensas necesarias para vivir un mes”.
En las zonas rurales de Colombia, también ha habido protestas por falta de alimentos en ese periodo de cuarentena. En la región caribeña de la Guajira, indígenas Wayuu han realizado bloqueos de carreteras para exigir alimentos y agua. Decenas de ellos fueron detenidos por la policía.