Por: Leonardo Ramírez Murcia.
* (Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y colaborador de El Independiente).
La coyuntura histórica del mundo y de El Salvador, es diferente a otros momentos en que se celebra el Día Internacional de la Clase Trabajadora, se está bajo la amenaza de la pandemia COVID19.
Ello no debe ser motivo para no pensar y reflexionar un momento sobre los derechos laborales conquistados a lo largo de los siglos XIX y XX, en esta fecha debe pensarse también en los derechos no cumplidos y aquellos que no han sido reconocidos.
Estos derechos no solo son las ocho horas de la jornada laboral, sino y más a profundidad el tema de la seguridad social, los sistemas de pensiones, la vivienda y la atención de salud, etc. Lo que requiere que sean mucho más universales.
La clase trabajadora debe pensar en si, en su condición de clase y no de individuo, pues los problemas que enfrenta ante el capital no son individuales sino colectivos, y debe desarrollar las habilidades para negociar y arrancar beneficios al Estado y al capital sin pretender destruirlos, lograr los beneficios para la clase trabajadora que tanto ha anhelado.
Así, ir pensando si como clase social, debe retomar la bandera del proletariado, digna y vanguardista, de cara a construir el nuevo mundo de justicia social con armonía y disciplina productiva.
Es el momento de reflexionar qué papel estamos jugando como dirigentes de los trabajadores frente a los trabajadores mismos, que lleve a retomar una lucha genuina, honesta, franca, donde la bandera que eleve al firmamento es la de los intereses de los trabajadores, con Ética y lealtad, desvinculado de otros fines, sobre todo, personales.
Trabajadores y trabajadoras, me uno a la conmemoración del Día Internacional de la Clase Trabajadora, en cuyos hombros recae la dinámica de la economía y el crecimiento de la riqueza que se produce.
Felicidades a todos y todas en es te primero de mayo Día de la Clase Trabajadora.
Por un mundo mejor con justicia e igualdad social.