Según el economista Nouriel Roubini, la recuperación del coronavirus será lenta con una economía «anémica» y altos niveles de desempleo. Apodado como el Dr. Doom por sus sombrías predicciones, el profesor advirtió de una recesión «sin precedentes».
Roubini previó la crisis financiera de 2008 antes que muchos otros.
«Durante la crisis financiera mundial pasaron unos tres años hasta que la producción cayera bruscamente», dijo el economista al programa Talking Asia del canal BBC.
«Esta vez no tardó tres años, ni siquiera tres meses. En tres semanas hubo una caída libre de cada componente».
Aunque la economía mundial se recupere este año del impacto del coronavirus, será «anémica».
Según el profesor Roubini, la recuperación tendrá la forma de L, es decir, el crecimiento cae bruscamente y permanece en el fondo durante un tiempo prolongado.
El economista lo vinculó con la cantidad de empleos que se han perdido tanto en los países ricos como en los pobres por los cierres masivos para combatir el virus.
«Estos empleos que se han perdido van a volver solo en parte, con salarios más bajos, sin beneficios, a tiempo parcial. Habrá aún más inseguridad en los trabajos y en los ingresos y salarios para el trabajador medio», advirtió.
Actualmente, muchos países están luchando por reabrir sus economías sin provocar una segunda oleada de infecciones.
«Se pueden abrir las tiendas, pero la cuestión es si van a volver [los compradores]. La mayoría de los centros comerciales de China siguen vacíos. (…) Las tiendas alemanas están abiertas, pero ¿quién quiere ir a comprar?».
No obstante, el economista opinó que los países asiáticos emergentes verán un mejor crecimiento que «otras economías avanzadas».
Al mismo tiempo, habrá una mayor división entre EEUU y China, y muchos países se verán obligados a elegir entre las dos superpotencias.
«Cada una de ellas va a decir al resto del mundo: o estás con nosotros o contra nosotros, o usas mis sistemas de inteligencia artificial, mi 5G, mis tecnologías, mi robótica, o los de mi rival. Por lo tanto, va a haber un mundo más dividido».
El profesor Roubini se ganó su apodo del Dr. Doom (Dr. Catástrofe) por pronósticos negativos sobre las perspectivas de la economía global. Sin embargo, el propio economista preferiría que le llamaran el Dr. Realista.
