“No puedo respirar”

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*/

Parecen haber sido las últimas palabras de George Floyd, ciudadano estadounidense que fuera asesinado por la policía de Minneapolis, y que fuera detonante de la ola de protestas que barren a EE.UU.

Los hechos de acuerdo a los medios, comienzan en una tienda a la que ésta persona asistiera, donde la empleada que le atendió habría supuesto que intentaría pagar con un billete de 20 dólares falso.

Tal afirmación no ha sido corroborada por la delación que de los hechos hiciera tanto el alcalde de la ciudad, que además condenará las acciones de los cuatro policías involucrados, como tampoco lo hiciera la fiscalía, al hacer público que iniciaría una investigación.

Tampoco la afirmación primera del departamento de policía de Minneapolis como del sindicato de policía, sobre la supuesta resistencia del señor Floyd se ha sostenido, pues diferentes videos que circulan en la red, incluidos los de las cuatro cámaras de los agentes implicados, denotan de parte del señor Floyd ninguna resistencia, y sí son evidentes señalamientos de ciudadanos que instigaron a los agentes a liberar el cuello del detenido ante la tortura que le aplicaban, pero además por las quejas que éste expresara, y que son audibles en varios de los videos.

Tales serían las causas que motivaron a los indignados ciudadanos de la ciudad en la que sucedieran los hechos, a tomarse por asalto la sede de policía a la que pertenecían los oficiales en cuestión, la noche siguiente al asesinato, provocando la huida de estos como el incendio de la sede.

Desde entonces, comenzando en el sudoeste, se reunieron ciudadanos indignados, quienes en concentraciones pacíficas primero, fueran reprimidos por las fuerzas del orden y derivando en más muertes en ciudades como Louisville, Kentucky, y Detroit, hasta la mañana del lunes, dando pie a una creciente ola que abate a todo el país, provocando incluso que el ejecutivo se refugiara en el bunker de la casa blanca, luego que la noche del domingo la gente sitiara virtualmente esta, derivando en un apagón. Sus imágenes han dado la vuelta al mundo, enviando la cruda imagen de un estado postrado por el peso de la idiosincrasia que excluye a las personas por el color de su piel.

Sin embargo, de las protestas que ahora incendian a EU podemos rescatar el que la indignación que impulsa al pueblo estadounidense, en particular a los jóvenes, devela el que podrían surgir los cambios que le permitirán avanzar, porque además resulta incomprensible como el ejecutivo amenaza con enlistar como terroristas a quienes participan en estas, mientras grupos criminales como el KKK siguen, incluso ahora, actuando al amparo de la ley.

Como fuere, las protestas evidencian el agotamiento del modelo, con una brecha cada vez más amplia entre ricos y pobres y descarnadas expresiones racistas, evidenciando la necesidad de transformación, de impulsar cambios, de promover la abierta revolución contra un esquema desnaturalizado que excluye al elemento humano, para además desnaturalizarlo, por lo que con certeza quienes ahora protestan se preguntan: Si callo, Cuando seré yo?

*Educador.

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