Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra/
Las razones, por las que no se ha llegado a acuerdos en la Asamblea y, se ha vetado todo decreto que no sea de plena iniciativa del Ejecutivo, son: 1) prolongar la cuarentena, para debilitar electoralmente, a los opositores, 2) cubrir la corrupción gubernamental y 3) mostrar a la población, la fuerza que posee Nayib Bukele. Aunque signifique la destrucción económica, de sus instituciones cívicas y, de su estructura republicana.
Prolongar la emergencia nacional, significa acortar el período en el cual, los partidos opositores podrán hacer campaña política, el Gobierno ya la ha iniciado y la desarrolla plenamente, con fondos públicos. Los partidos políticos celebrarán elecciones internas con los apoyos de sus estructuras, comprometidas antes de marzo de este año y, consolidados por la actividad, en el terreno de los funcionarios actuales, lo cual asegúrales la reelección de la candidatura, en sus internas, pero dispondrán efectivamente, sólo de cuatro meses, de campaña electoral, antes de las elecciones de 2021, sin que haya habido recomposición verdadera de sus cuadros, por lo que participarán únicamente con los votos de las estructuras que les apoyaron, que siempre serán menos que los votos de Nuevas Ideas.
Las elecciones internas de Nuevas Ideas, serán electrónicas, lo cual facilitará el triunfo de sus candidatos “ungidos” y aunque Bukele, tendrá ya, muchos detractores, el miedo a la pandemia, inoculado por el Gobierno, le dará la suficiente aceptación, para superar a los contrarios y así, obtener la mayoría que desea.
Parece que el FMLN, ya ha entendido esta estrategia y, al oponerse férreamente, a las pretensiones dictatoriales de Bukele, ha detenido su desplome electoral. ARENA, aún no lo ha entendido; por excepción, algunos diputados, ven que, si se destruyen la economía y el sistema republicano, también dejaran ellos de existir como partido político. Los Alcaldes y sus Consejos Municipales, aún no lo han comprendido.
Las Alcaldías se han convertido en los nuevos centros de distribución de alimentos del Gobierno, facilitando el control territorial, que tiene como objetivo “distribuir alimentos casa por casa” y crear una estructura de abasto, paralela a la de venta libre, para control político.
La insistencia de que toda nueva Ley. lleve el concepto o nombre de “emergencia”, es para evitar la LACAP y comprar a su antojo, sin objeción en los gastos, ni en la disposición de los mismos, convirtiendo la defraudación realizada a los fondos públicos en “legal”. Cada bolsa de alimentos enviada por el Gobierno, deberá ser pagada a futuro, con elevado costo: la corrupción que ha encubierto y los intereses que ha generado, todo será pagado por las mismas personas que hoy los reciben y, por quienes no la gozan, pues se está empeñando el trabajo futuro de nuestros hijos.
La intención de nacionalizar las AFP, es para conseguir fácilmente el dinero que no le dan en el exterior y, evitar pagar los $ 5,000 millones que el Gobierno debe a los cotizantes. El ofrecimiento de una mayor pensión es pura ilusión y, su trato con los sindicatos a él adeptos, es para el manejo de los centros de trabajo que ven con desconfianza, al Gobierno, siguiendo la modalidad de “desarrollo endógeno de la producción”, según la economía chavista.
La Derecha debe entender tal proceso y, sólo la acción inmediata de la población unida, puede evitar la catástrofe que se nos avecina, el hambre ya existe, la desesperación e incertidumbre aumenta, al igual que el peligro en que nos encontramos. Los controles institucionales han sido trabados y la voluntad partidaria, engañada.