Por: Thania S. Álvarez Juárez, UNAM-México
Actualmente mucho se ha criticado la alienación de la sociedad con la tecnología, claro está, que en contextos urbanos de las grandes ciudades del mundo que tienen acceso a ella; inclusive, en diversos artículos académicos se ha hecho referencia a la dependencia del celular y redes sociales, imposibilitando la cercanía y el encuentro.
Coyunturalmente en México, eso que nos alejaba, hoy, en tiempos del Covid-19, es nuestra forma de estar “más cerca”, especialmente WhatsApp. Las videoconferencias, las videollamadas y los mensajes, son las formas de “estar” con los nuestros y hacer este momento más llevadero; son los mensajes, las memes, los videos, y los emojis lo que a muchos les hacen el día, dentro de tanta incertidumbre. Con el humor que nos caracteriza como mexicanos, se ha dado un fenómeno de secularización o, más bien, caricaturización de lo sagrado mediante emojis o memes de símbolos mayores y rituales, como Jesucristo, la Virgen María, el Niño Dios, o san Judas Tadeo, correspondientemente (http://desacatos.ciesas.edu.mx/index.php/Desacatos/article/view/1312/1153)
Esta nueva forma de lenguaje utilizada, principalmente, por las nuevas generaciones, circula a diario por las redes sociales como una forma, a veces, de “bendición”, algunas de “agradecimiento” y, en otras, hasta de “protección” (https://www.ngenespanol.com/el-mundo/de-donde-vienen-los-emojis-de-donde-provienen-los-emoticones-tecnologia-comunicacion-internet-redes/) Recientemente, el presidente de México, Andrés López Obrador (https://www.youtube.com/watch?v=CRSo5QZJHZgdio) dio a conocer durante una de las denominadas “mañaneras” que se encomendaba a los los “detentes”, es decir, un escapulario, muchas veces bordado a mano con el Sagrado Corazón de Jesús, con cera del cirio pascual, una pequeña medalla, y a veces, un trozo de palma del Domingo de ramos, así como una oración, con la leyenda “detente”. Como coincidencia, circuló por las redes una meme con la imagen de Ovidio Guzmán Loera, hijo del “Chapo Guzmán”, con escapulario o detente en el pecho, en el momento de su “detención”, con la leyenda: “Para que vean que los detentes sí sirven” (https://youtu.be/l9bJ_pyfY6I) Al poco tiempo, imágenes de “detentes” circularon sin descanso por las redes sociales, para mandar protección a los amigos y seres queridos, muchos en serio y otros como mofa de los acontecimientos.
Está por demás mencionar que, entre estas imágenes sagradas hechas emojis, hay algunas acompañadas de frases picantes. Entre las imágenes que más circulan, y que de manera personal recibí, son aquellas de san Judas Tadeo, Jesucristo y el Papa Francisco, como una evidente carga cultural y religiosa latinoamericana; inclusive, circulan imágenes que para muchos podrían resultar escatológicas, como la del famoso Jesucristo mostrando sus ojos mediante los agujeros causados por los clavos de su crucifixión, más que como una broma, como demostración de una sociedad cada día más alejada de la institución católica que configuró una imagen de Dios de castigos implacables. En sentido contrario, también circulan imágenes de aquello secular convertido en sagrado, por ejemplo, del mediáticamente famoso epidemiólogo de la 4T, Dr. Hugo López Gatell convertido en el san Juditas, a quienes se encomienda la salud en estos tiempos, más que del COVID-19, de la incertidumbre social, política y económica, es decir, de tiempos del cólera.
Thania S. Álvarez Juárez, UNAM-México