Como era de esperar, la tasa de ahorro de los hogares alemanes se disparó en el primer trimestre del año, con un ascenso no visto en décadas. Sin embargo, resulta curioso que pese a ese importante incremento de la tasa de ahorro (la parte de la renta disponible que no se consume), se produjese un aumento muy pequeño del dinero de los hogares en depósitos y cuentas corrientes (el activo preferido en momentos de incertidumbre). La solución a este rompecabezas está en los billetes y las monedas. Los alemanes sacaron miles de millones de euros de los bancos durante el mes de marzo, minimizando el crecimiento del saldo en las cuentas bancarias que se había producido en enero y febrero.
Deutsche Bank: «Parece que esta vez (similar a lo ocurrido en 2008) muchos ahorradores están inquietos por la pandemia y están aumentando sus reservas de efectivo para estar preparados para cualquier emergencia»
Cuando parece que el mundo se va a acabar (en sentido figurado), los inversores abandonan los activos de riesgo y se refugian en el oro, las divisas más fuertes o la liquidez. Pero se puede ir más allá todavía. Si el miedo es muy elevado y se teme un cambio importante en la economía o de la forma en la que funciona, quizá el dinero en efectivo puede ser una opción, como han mostrado los hogares alemanes durante el pasado mes de marzo. La pandemia del coronavirus y la crisis económica posterior han generado muchísima incertidumbre: ¿cuándo volverán a abrir las tiendas y los bancos? ¿cuándo terminará el confinamiento? ¿perderé el empleo? Todo ello ha podido influir para que los alemanes se sientan más seguros con una cantidad prudente de efectivo a mano, pese al miedo a que éste fuese un potente transmisor del covid-19, algo que más tarde quedó desmentido.
En los tres primeros meses del año, la tasa de ahorro sobre la renta disponible subió hasta el 12,4%, un incremento de 1,3 puntos porcentuales respecto al mes anterior, el mayor aumento de un trimestre para otro desde 1991. Sin embargo, los depósitos bancarios de los alemanes solo crecieron en 5.800 millones de euros en los tres primeros meses del año. Es más, en el mes de marzo, los depósitos (cuentas corrientes y depósitos a plazo) incluso cayeron en 11.100 millones de euros.
Heike Mai, analista experta en bancos de Deutsche Bank, explica en una nota que «la razón principal fue la pandemia de coronavirus. Aunque los depósitos continuaron creciendo en línea con los patrones normales en enero y febrero (los depósitos a la vista incluso aumentaron en una cantidad mayor que en años anteriores), los hogares retiraron 11.100 millones de euros de sus cuentas en marzo, y no solo de los depósitos de ahorro y depósitos a plazo, también de sus cuentas corrientes. A primera vista, esto parecería sorprendente. Después de todo, los ingresos de los hogares se mantuvieron estables, en general, durante el primer trimestre y el consumo ya había disminuido de manera palpable, sobre todo por el cierre de las tiendas y las medidas de contención impuestas desde mediados de marzo». Si la renta de los hogares se mantiene estable y el consumo cae, la tasa de ahorro aumenta, lo que normalmente repercute en un fuerte incremento de los depósitos y de otros activos, algo que no ocurrió esta vez.
Este es un patrón bien conocido. En septiembre de 2008, es decir, en el pico de la crisis financiera provocada por la quiebra de Lehman Brothers, los ahorradores alemanes redujeron sus depósitos (en 4.000 millones de euros) y la emisión de billetes por el Bundesbank se disparó, alcanzando los 18.000 millones de euros. Más tarde, la demanda de efectivo se normalizó y los depósitos bancarios aumentaron con fuerza y por encima de los niveles normales. «Parece que hoy, también, muchos ahorradores están inquietos por la pandemia y están aumentando sus reservas de efectivo para estar preparados para cualquier emergencia. Además, los hogares podrían haber invertido dinero en otros activos durante el primer trimestre, como acciones».
Una vez que disminuyeron las preocupaciones las inquietudes más grandes y gente pudo comprobar que los alimentos seguían llegando a los supermercados y que las infraestructuras financieras y de otro tipo funcionaban sin problemas: las compras de pánico y la acumulación de efectivo disminuyeron. En cambio, los hogares están ahorrando más para prepararse para posibles caídas de sus ingresos durante la recesión. Son en abril, los depósitos aumentaron en 28.200 millones de euros, según la experta del banco alemán.
Tomado de El Economista