El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, propone a gobiernos de la región tasar la riqueza y Alicia Bárcenas llama a implantar ingreso de emergencia de 140 dólares.
El PIB de América Latina y el Caribe podría disminuir 9.1% en 2020, dijo la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcenas, en lo que constituye una revisión a la baja de su estimación de mediados de junio de un retroceso de 5.3%, y que ya entonces calificó como como la mayor caída del PIB regional en un siglo.
El organismo también reconsideró sus estimaciones sobre pobreza extrema, luego de que hace sólo tres semanas previó un aumento de 16 millones de personas en esa condición, para sumar 83.4 millones en la región, ahora proyecta que aumentará en 28 millones para llegar a 96 millones de latinoamericanos que no podrán cubrir sus necesidades básicas alimentarias.
Durante su participación en la Cumbre Ministerial sobre Inclusión Social, celebrada de forma virtual el lunes, Bárcenas añadió que la desocupación en la región aumentó 5.4% para sumar 44 millones de desocupados, en tanto que la pobreza aumentó en 45 millones de personas o 7.1% para llegar a 230 millones, lo que incrementará la desigualdad en 4.7%.
En una región en la que la informalidad se ubica en 54%, la proporción de trabajadores que no están afiliados a un sistema de salud es de 67% y casi 54% no cotiza a ningún sistema de pensiones, señaló Bárcenas durante el encuentro virtual en el que también participaron el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado; el presidente de República Dominicana, Danilo Medina; la vicepresidenta de Colombia, Martha Lucía Ramírez; el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes; el ministro de Relaciones Exteriores de Perú. Gustavo Meza Cuadra, y el secretario general de la OCDE. José Ángel Gurría, entre otros.
La pandemia deja a los países más pobres y endeudados, pero la pregunta es cómo responder pronto a la situación, dijo Ana María Rodríguez, vicepresidenta de sectores y conocimiento del BID.
Estimaciones de este banco proyectan que el PIB de la región caerá entre 8 y 10% este año, agregó, ante lo cual la respuesta de los gobiernos es limitada, pues la deuda pública supera en promedio el 70% del PIB en los países de la región.
Para enfrentar la crisis del #COVID19 la #CEPAL propone un ingreso básico de emergencia, un bono contra el hambre, subsidios a microempresas, mayor cooperación multilateral y un nuevo pacto social que incorpore la sostenibilidad ambiental: @aliciabarcena. https://t.co/CR9XNGJ6EE pic.twitter.com/mRYlPFQ5C1
— CEPAL (@cepal_onu) July 14, 2020
“La posición fiscal antes de la pandemia restringe su capacidad de respuesta a la crisis”, indicó la funcionaria del BID.
Entre febrero y mayo, indicó, se han perdido en la región 25.5 millones de empleos, además de que la mitad de los pequeños negocios ha cerrado sus puertas, lo que anticipa una expansión de la informalidad, que recuperará los niveles que tenía hace 10 años.
Bárcenas señaló que la población que está en el decil más pobre promedia 43% en la región, e insistió en su propuesta a los gobiernos de la región para que implanten por seis meses un ingreso básico de emergencia de 140 dólares mensuales, el equivalente a una línea de pobreza, para aquellos en condición de pobreza, como hace Costa Rica, lo que tendría un costo de 1.9% del PIB regional, y para la población en pobreza extrema sugiere un bono contra el hambre equivalente a 70% de la línea de pobreza extrema, que tendría un costo de 0.45% del PIB regional.
Costa Rica implementó el Bono Proteger, una transferencia de hasta tres meses para las familias en pobreza y pobreza extrema, trabajadores informales, independientes, de quienes perdieron su empleo debido a la pandemia, e incluso para quienes vieron reducida su jornada laboral, a través de una plataforma digital y un documento único de identidad, señaló el presidente de ese país Carlos Alvarado, quien propuso tasar la riqueza, pues los márgenes fiscales son reducidos en la región.
Bárcenas añadió que, dado que se proyecta la quiebra de 2.7 millones de MyPymes, de las que 2.6 serán micronegocios, propone otorgar a éstas ultimas un subsidio directo y que a las medianas y pequeñas se les otorguen créditos blandos y periodos de gracia, mientras que a las grandes empresas de ramos estratégicos se les podría rescatar bajo ciertas condiciones, como no invertir en paraísos fiscales no redistribuir ganancias entre sus socios.
Propuso a los gobiernos de la región un nuevo pacto social con acuerdos políticos para ir hacia un estado de bienestar, con cobertura universal en salud, educación, nutrición y protección social.