Hace más de 30 años, la grande mayoría de los Gobiernos, en el Mundo, han llegado a la conclusión que las condiciones para la vida, en nuestro planeta Tierra, etán deteriorándose, sobretodo por un próximo futuro Cambio Climático de origen antropogénico, muy previsible.
En 1988 la ONU creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), para que facilitara evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.
Cada año, representantes de la grande mayoría de los Gobiernos, en el Mundo, se reúnen en Conferencia (COP) de varios días, para evaluar la situación.
La mayoría de la previsiones son trágicas : de no lograr cambios radicales (*) en el actual modelo de desarrollo, muchas especies (inclusive la humana) se podrían extinguir por falta de alimentos y agua, dentro de unos 70 – 80 años.
Pero actualmente los habitantes de todos los Países del Mundo estamos en riesgo de contagiarnos con un virus llamado COVID 19, descubierto en China en diciembre de 2019.
Es una Pandemia con síntomas similares a los de la gripe que, según los datos (poco atendibles) diariamnte proporcionados por los Gobiernos hasta hoy, habría enfermado (de promedio, en el Mundo) 1 persona cada 660 y causado la muerte de 1 cada 14.130 : una Pandemia mucho menos letal que otras, como la Viruela, el Sarampión, la gripe Española, etc.
Sin embargo, los Gobiernos de todos los Países han justamente difundido la alarma entre sus habitantes : creo que casi nadie, en ningún Continente, ignore la importancia de la mascarilla y de mantener una prudente distancia entre las personas, por ejemplo.
Pero, ¿ porqué, en 30 años, no han dado la alarma mundial, sobre el peligro de un verdadero Cambio Climático ? (El anterior ha sido cuando murieron los dinosaurios, hace unos 66 millones de años).
(*) Los expertos saben que tales “cambios radicales” hay que realizarlos en los próximos 10 – 15 años, si no no servirán.
Por: Veniero Gaggio
