¿Puede la red 5G afectar nuestra salud?

Los esfuerzos de diversos países para implementar una red de telefonía móvil 5G hacen sonar alertas acerca de los posibles efectos en nuestro cuerpo de la radiación electromagnética producida por ella. Pero… ¿existe una razón real para preocuparse?

No es difícil encontrar en las redes personas que están en contra de la implementación de una red de telecomunicación inalámbrica de quinta generación. El argumento principal es que puede causar cáncer, pero existen también aquellos que están seguros de que la nueva tecnología implicará deterioros cognitivos, ataques cardíacos, alteraciones del ADN o incluso problemas de fertilidad.

A raíz de eso, grupos de ciudadanos en diversos países han salido a las calles en distintas ocasiones a protestar contra la adopción de la prometedora tecnología que ofrecerá una velocidad de conexión 10 veces más rápida que la generación anterior 4G. Han incluso surgido gadgets supuestamente capaces de proteger al usuario de la peligrosa radiación.

«Todavía es temprano para hablar sobre el impacto de las redes 5G, ya que aún no han entrado en operación comercial y, hasta ahora, todas las discusiones sobre este asunto son solo especulativas», apuntó Vladislav Mohamed Ali, director médico del servicio de salud SberZdorovye a la agencia Prime.

El experto ruso considera que «tal vez el uso de 5G conducirá a ciertos cambios», pero que no hay nada que temer, ya que se han realizado —y se siguen realizando— investigaciones sobre las posibles consecuencias de esta red inalámbrica en nuestro organismo y, de momento, no hay pruebas de que nos cause daños.

Estudios recientes han modelado los patrones de absorción de energía electromagnética 5G en tejido humano y, aunque algunos hayan encontrados vínculos entre la exposición a largo plazo a la radiación y ciertos tipos de cáncer, sus resultados siguen siendo controvertidos, explicó Andrew Wood, profesor de la Universidad de Tecnología Swinburne (Australia), citado por Nature.

El académico, que lidera un equipo dedicado a estudiar la cuestión de 5G y sus regulaciones internacionales, agregó que todavía no ha encontrado «grandes señales de alarma» en el límite de radiación electromagnética comúnmente aceptado en los estándares internacionales actuales que se aplican a las tecnologías móviles.

Una investigación reciente llevada a cabo por científicos de la Universidad de Oregon (EEUU) también encontró que la tecnología inalámbrica de quinta generación parece presentar pocos riesgos para la salud. Al observar los efectos de la radiación en embriones de peces cebra, cuyo genoma y procesos de desarrollo son similares a los humanos, se descubrió que ella parece no tener impactos significativos en la formación de dichos embriones, su respuesta a la luz o su riesgo de muerte.

«Según nuestro estudio, no creemos que la radiación 5G sea tan dañina», apuntó Subham Dasgupta, líder de la investigación.

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