“A medida que avanza esta pandemia me doy cuenta qué tan vulnerable es nuestra vida y poco a poco voy aceptando la idea de la muerte como un proceso que puede ocurrirnos y al que todos los que trabajamos en esta llamada “primera línea” estamos expuestos. Pero no es ese el principal problema, trabajamos con valentía. El problema es el futuro de nuestras familias sin un seguro de vida que nos respalde”.
Siempre adelante, siempre puntual a la cita, siempre visionario. Tu pensamiento y temor de perder la batalla en la “primera línea” se hizo realidad, todos sabemos que en esa “primera línea” están los héroes, el blanco es el color de los héroes y no el verde olivo, no quitamos vidas sino morimos porque otros vivan y tu partida debe ser un punto de inflexión y debe tu muerte servir de unión y de no retorno a la indolencia de esas autoridades responsables de cuidar de ti, de tu esposa, de tus hijos; nadie en su sano juicio puede creer que el genocidio que estamos viviendo poco importa o ¡Nada! Durante tu ingreso hospitalario escuchabas una canción que te describe, que fue hecha para ti, esa canción no es para cualquiera Gerardo, fue escrita para ti querido Colega ¡Gerardo Bone! Que hiciste de esta canción tu refugio junto a Dios: “Vuelvo a compartir esta canción porque ha sido mi ayuda en estos 40 días difíciles, y créanme que letra por letra es como que yo la hubiera escrito de mi puño pues describe y refleja exactamente mi sentimiento y aunque aún falta mucho sé que El sigue aquí y no me dejará hasta completar la obra”.
Aquí el Dr. Gerardo Huezo hace referencia a la canción de Jesús Adrián Romero titulada “Se quedó conmigo”; Gerardo, esa canción fue escrita por ti para enseñarnos el amor a Dios, que todos tenemos un plan y se debe completar la obra, tú la completaste con creces dejando mensajes no ocultos sino verdades, enseñanzas de amor a una sociedad desamorada; fuiste, eres y serás la luz de un gremio médico que no parece gremio, es un conglomerado de médicos que decimos que somos el gremio médico, pero no lo somos, tu eres un digno representante del gremio y viviste todo lo que el pueblo de Dios sufrió: Cuarenta fueron los días que pasó Jesús en el desierto antes de iniciar su vida pública, pero ¿Por qué precisamente 40? Moisés (Gerardo) guió al pueblo de Israel (El Salvador) durante 40 años (días) por el desierto hasta la tierra y pasó 40 días de oración (hospitalización) en el monte Sinaí (Hospital General) antes de recibir las Tablas de la Ley.
Adrián Romero: Se quedó conmigo en el fracaso, en mi obscuridad y mis momentos bajos y a pesar de conocerme tal cual soy se quedó (Gerardo, Jesús no ve tus fracasos, ve tus éxitos, la luz perpetua que representa tu legado de vida, de amor, de entrega); Adrián Romero: Se quedó conmigo y sin reproche, El me acompañó cuando perdí mi norte y a pesar de conocerme tal cual soy, se quedó (Gerardo, Mientras estás ingresado aceptas tu debilidad y tu condición de pecador, pero Jesús no estuvo contigo esos cuarenta días para ver tu condición humana sino que vino a aprender de ti, de tu amor al prójimo, de tu amor a tus pacientes, de tu amor a tus amigos); Adrián Romero: Aquí sigue, porque dijo que estaría conmigo hasta el final (Gerardo: Jesús es fiel y seguirá contigo siempre; fuiste, eres y serás un poeta de la medicina, un médico excepcional); Adrián Romero: Porque prometió la obra terminar, El sigue aquí (Gerardo amigo, tu obra nunca terminará, nunca, la marca Gerardo Bone queda marcada en nuestros corazones y se convierte en un faro que ilumina el camino de los errantes como yo); Adrián Romero: No me dejará cuando en mi fe se meta el sol, cuando tropiece y piense que no hay solución (Gerardo: Aun en tu lecho de vida viste venir a la muerte y lo aceptaste como solo los hombres de Dios pueden hacerlo, no cualquiera Gerardo acepta que no hay solución, tú lo hiciste y te vuelves a una condición divina, dejas de ser humano para que tus enseñanzas nos guíen, nos den una referencia a esa palabra que muchos llamamos “valentía” pero pocos la viven); Adrián Romero: El me guiará con la paciencia de su amor, El sigue aquí( Gerardo: Tú serás el que nos guiará con la paciencia del amor, del servicio, de la entrega al más necesitado); Adrián Romero: Se quedó conmigo en el ocaso, en la obscuridad que me desvió los pasos y a pesar de conocerme cual soy, se quedó (Gerardo, fuiste puesta del sol y no ocaso, luz en vez de oscuridad); Adrián Romero: Se quedó conmigo y fue paciente y me levantó cuando bajé mi frente y a pesar de conocerme tal cual soy, se quedó (Gerardo, Tu frente nunca la bajaste, no, fuiste regio, grande, humano y luchaste por tus pacientes con ahínco, con lealtad, con honor y los que te conocimos sabemos que estas letras apenas esbozan tu ejemplo de vida); Adrián Romero: Y El sigue aquí, porque dijo que estaría conmigo hasta el final, porque prometió la obra terminar, el sigue aquí (Gerardo: Todos tenemos que terminar la obra pero tuviste el gozo que Dios estuvo contigo cuarenta días y cuarenta noches y con amor te susurró al oído: “Hijo mío: Llegó la hora, vamos a un mejor lugar”; Adrián Romero: No, no me dejará cuando en mi fe se meta el sol, cuando tropiece y piense que no hay solución, El me guiará con la paciencia de su amor. El sigue aquí (Gerardo, tú fuiste la solución para muchos y aun, en ese peregrinaje sacaste el mejor provecho dejando un mensaje único de solidaridad para el gremio médico, es ese temor no por que terminemos la obra sino por dejar a nuestra gente sin un seguro de vida digno que garantice el sustento, la educación de los nuestros).
Cuando se escribió el Juramento de Hipócrates no se menciona dar la vida por el enfermo, y te dedico este párrafo querido Gerardo donde se te describe como lo que fuiste, eres y serás: Un Ser humano excepcional y que tu partida sirva para hacerle una modificación al Juramento: Juro por Apolo médico, por Asclepio, Higía y Panacea, por todos los dioses y todas las diosas, tomándolos como testigos, cumplir fielmente, según mi leal saber y entender, este juramento y compromiso: Si el juramento cumpliere íntegro, viva yo feliz y recoja los frutos de mi arte y sea honrado por todos los hombres y por la más remota posterioridad. Pero si soy transgresor y perjuro, avéngame lo contrario. Y daré la vida por mis pacientes si fuera necesario, siempre será el paciente mi razón de servir y con valentía enfrentaré mi propia muerte, sin condición.