En los Estados Unidos existe desde su fundación una fuerte separación entre el Estado y las Iglesias. Aun así, la adscripción religiosa de los candidatos es una cuestión de dominio púbico y está demostrado que influye notablemente en el comportamiento electoral. En América Latina es motivo de controversias entre los especialistas y los resultados electorales en varios países, como Costa Rica y México muestran que puede ser una variable secundaria. Los resultados de Brasil aún están en discusión.
Veamos la religiosidad de los candidatos en Estados Unidos: Los presidentes han sido de iglesias protestantes; es habitual que los republicanos sean presbiterianos y los demócratas bautistas. George W. Bush nació episcopaliano (anglicano), pero cambió a una variante conservadora del metodismo en 1977. El único presidente católico el demócrata John Fitzgerald Kennedy asumió el 20 de enero de 1961 y fue asesinado el 22 de noviembre de 1963. Hay un solo acusado del asesinato, que fue a su vez asesinado a los dos días de su detención. Lo cual aporta e incrementa diferentes teorías conspirativas. Lo único claro es que fue un ajuste de cuentas al interior del sistema político norteamericano. Incluso en contexto de la Guerra Fría no siquiera pudieron acusar a la ya desaparecida Unión Soviética. El sucesor Lyndon B. Johnson, era discípulo de Cristo, una fe de origen protestante fundada en 1800 en los Estados Unidos.
Nunca hubo un presidente judío y la derrota del precandidato demócrata Bernard “Bernie” Sanders frustro nuevamente esta posibilidad. Joe Lieberman fue candidato a vicepresidente demócrata con Al Gore (bautista) y fueron “vencidos” en una controvertida elección donde ganó por 500,000 votos en voto popular, pero no llegaron al Ejecutivo pues George W. Bush y Dick Cheney obtuvieron 271 electores y Gore-Lieberman sólo 266. Muchos consideran que las elecciones en Florida, donde el hermano de Bush era gobernador fueron fraudulentas. Lieberman y Sanders son judíos diametralmente diferentes en política: Joe prefiere el Génesis, es ortodoxo moderno y carga contra los homosexuales; Bernie se inspira en el Éxodo, defiende a los pobres, coincide con el Papa Francisco. Podría adscribirse a la corriente reconstructivista del judaísmo. Causó pánico entre la burocracia demócrata por su éxito entre los jóvenes y sus propuestas radicales.
Donald Trump es hijo de un matrimonio multirreligioso, su madre es presbiteriana de Escocia y su padre de origen alemán luterano. Criado en la Iglesia de su madre, allí hizo la Escuela Dominical y cumplió todos los requisitos. Luego se vinculó con la Iglesia de Norman Vincent Peale, de la Marble Collegiate Church. Peale es considerado el apóstol de la autoayuda, de influencia calvinista y relacionado con la teología de la prosperidad. Actualmente no se congrega en la misma por el tono liberal que adquirió. La derecha evangélica lo compara con Ciro el emperador persa que protegió a los judíos, afirmando que Dios “usa a Trump”, aunque no se comporte como debiera un creyente. Mas interesante es su vicepresidente Mike Pence, quien si bien nació católico de tradición irlandesa rompió con el catolicismo y se congrega en Grace Evangelical Church, que en lenguaje latinoamericano puede definirse como una megaiglesia evangélica de corte carismática.
Joe Biden fue el primer vicepresidente católico en la historia y asistió a escuelas de su confesión. Lleva en su muñeca a modo de pulsera un rosario de su hijo fallecido adquirido en la Basílica de Guadalupe en México. En una iglesia católica de Carolina del Sur le negaron la comunión por apoyar el aborto. Sus tres hijos están casados con judíos.
Kamala Harris, candidata a vicepresidenta demócrata es hija de una médica migrante de India y con un padre jamaiquino, se autodefine como afroamericana. Creció asistiendo a una iglesia bautista afro y a un templo induísta. Con su hermana Maya cantaba en el coro bautista. Se define como bautista y su esposo es un médico judío. Su casamiento oficiado por Maya incluyo rituales del judaísmo.
Por: Elio Masferrer Kan, doctor en antropología. Profesor investigador emérito ENAH-INAH-México