El intestino, hogar de bacterias y virus en perfecta armonía

Aunque no lo creas, una cierta cantidad de virus y bacterias en nuestro organismo es necesaria para que vivamos de manera saludable. Un equipo de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, analizó el comportamiento de la microbiota intestinal para descubrir cómo funciona en pos del equilibrio de nuestro cuerpo.

El cuerpo humano es una especie de matrioska que contiene cerca de 100 billones de células bacterianas, las cuales, a su vez, en muchos casos están infectadas por virus. Por más aterrador que eso pueda sonar, es algo bueno. De hecho, las bacterias y virus de nuestro intestino son sumamente beneficiosos para la digestión de lo que ingerimos a diario.

«Estamos apreciando cada vez más que las entidades microbianas más abundantes en el intestino humano son en realidad virus», explicó el doctor Eric Martens, profesor asociado de microbiología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, Estados Unidos.

Martens se dedica a investigar los mecanismos de interacción entre virus y bacterias dentro del ser humano. Su equipo de trabajo se ha enfocado, principalmente, en estudiar a la bacteria intestinal común, llamada Bacteroides thetaiotaomicron, o BT, y su interacción con los virus.

Bacterias y virus del intestino

Al exponer las BT en el laboratorio a distintos virus y bacteriófagos —virus que infectan exclusivamente a los organismos procariotas, como las bacterias—, algunas resistieron a la infección y otras no. «Cuando aparece un bacteriófago en particular que puede matar a ciertos miembros de la población, lo hace y las bacterias resistentes crecen rápidamente», señaló Martens.

Algunas bacterias, ante la amenaza de los virus y bacteriófagos intrusos, entraron en un estado de resistencia llamado variación de fase, mientras que otras no parecieron percatarse de la presencia viral. Pero ¿por qué esta diferencia?

Los investigadores se percataron de que las bacterias parecen contar con alguna clase de mecanismo de respaldo que opera en el microbioma intestinal.

«Una de nuestras hipótesis es que los individuos portan diferentes tipos de cargas virales en sus intestinos. Algunos podrían ser más o menos inmunogénicos [que producen una respuesta inmunológica], interactuando con nuestro sistema inmunitario para causar inflamación. Pero también podrían modificar la fisiología de las bacterias que están allí forzándolas a expresar ciertas funciones, cápsulas que también sabemos que interactúan con el sistema inmunitario», explicó Martens.

En este sentido, se genera un equilibrio entre virus y bacterias que les permite coexistir sin que «ninguno de los lados gane necesariamente sobre el otro».

Este hallazgo puede servir para analizar cómo la alteración del microbioma intestinal podría utilizarse para el tratamiento de distintas enfermedades.

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