¡Oración al Personal de Salud Salvadoreño!

Por: Francisco Parada Walsh*

Dios te salve Personal de Salud Salvadoreño, en tu seno hemos recibido cuidos primorosos,  hemos nacido y hemos sido salvados; eres el oxígeno que saturamos;  la mano que nos apoya, nos cuida, nos  sustenta; la familia que no cuidamos;  la fe y la verdad que nos defiende; las profesiones que nos consuelan; tú cuidas nuestros hogares, niños, padres, madres, abuelos queridos; fértiles mujeres y hombres; profesionales majestuosos; soberbios diagnósticos; apacibles manos, corazones de púrpura y oro. En tus  pasillos,  consultorios, oficinas, ambulancias ondulan doradas y blancas espigas, en tus  salas de operaciones  vibran tus talentos, vibran los monitores; chisporrotean los yunques; surgen las bellezas de tu amor traducido en arte.

Personal de salud Salvadoreño, en nuestros corazones, mente, alma y valores  pedimos a la Providencia, a Artemisa, Afrodita, Zeus, Apolo y a tantos dioses más que los cuiden, que los protejan, que los amparen; que abra nuestra alma a Dios y poder ver el resplandor de tu grandeza, determinación, amor y vocación al servicio y brillo de ese  cielo más blanco que azul turquesa; grabe en ella dulce afecto al Maestro de Maestros  y a la Escuela de Medicina, enfermería, odontología y tantas profesiones divinas y nos infunda tú santo amor.

Personal de salud salvadoreño, enfermeras, auxiliares de servicio, motoristas, vigilantes, médicos, personal administrativo que son la verdadera patria; tu historia, blasón de mártires más que héroes que sin estar en guerra te llaman primera línea negándote derechos, trajes de bioseguridad, bono, seguro de vida y sobre todo, dignidad; reseña de virtudes, sueños truncados y anhelos;  juramento de Hipócrates que consagró tu soberanía intelectual; Acta que consagró la soberanía nacional y marca la senda triste, llorosa, perdida en que la injusticia y la maldad, indolencia y mentira de nuestras autoridades te llevan directo, sin escalas a Dios.

Personal de salud  salvadoreño, símbolos y ejemplos de vida, de entrega, de lucha, de una fe inquebrantable para El Salvador de Qué; te saludan reverentes las viejas y nuevas generaciones que nunca imaginamos que ustedes dieran la vida por nosotros, son ustedes los verdaderos próceres que procrean vida, amor, entrega; para ti, personal de salud salvadoreño, valiente, regio, gallardo hasta el último hálito de vida, el sol y los astros iluminen tu rostro, tu ejemplo  y tu camino donde ángeles lloran a tu paso en tu camino hacia Dios; los himnos del verdadero patriotismo donde das la vida por tu prójimo aun dejando a una familia llorosa, triste, sin rumbo y servirás como ejemplo del amor más sublime que el ser humano puede dar a otro, eso no es patriotismo, es otro nivel de amar, un amar sufriente, eso es Amar a tu prójimo más que a ti mismo; las coronas, globos que a tu paso te vieron partir como solo lo hacen los héroes sin capas, héroes de la vida real.

Para ti el respeto de un pueblo agradecido con todo el personal de salud salvadoreño que dieron su vida sin esperar nada a cambio, no son ni héroes ni mártires, son personas excepcionales que dejarán un legado de grandeza, de justicia, de entender que los héroes no llenan estadios ni usan fusiles, sino que visten de blanco, salvan vidas y no las quitan, respetan y sirven en ese anonimato llamado mascarillas, caretas, calurosos trajes y das tu vida por tu pueblo, das aliento donde hay desesperanza, luchas contra la muerte, amas al desconocido, sirves a tu prójimo, tempestades te sacuden pero te mantienes firme y debe un pueblo algo olvidadizo nunca olvidarte; los pueblos y la corona de entrega, solidaridad, compasión, consuelo, valor, coraje, llanto, risas y ese personal de salud salvadoreño que nadie sabía que teníamos, pensábamos de ti como alguien común, que solo cumples un trabajo más y con tu entrega has demostrado al mundo que tu trabajo lo dejó Dios para cuando El cuida a los enfermos menos graves, seas tú la prueba del amor más grande, más noble, donde no eres nuestra madre ni nuestro padre y aun así das la vida por nosotros.

Personal de salud salvadoreño, eres  una especie ya por extinguirse y te agradecemos con todo el amor que un pueblo pueda darte y que ese respeto, amor y cariño  hoy ceñimos a tus inmortales sienes.

*Médico salvadoreño

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