Por: Lindy Scott, Universidad Withworth – EUA
El presidente Donald Trump tiene una relación extraña y compleja con gente religiosa en los Estados Unidos. A menudo se levanta la pregunta, ¿Cómo es posible que seguidores de Jesucristo apoyen a Trump, dados los múltiples aspectos de su vida personal y de sus políticas que son diametralmente opuestos a la enseñanza de Jesús? Este breve artículo trata de explorar el fuerte respaldo a Trump brindado por los evangelicales blancos norteamericanos juntamente con críticas levantadas, por otros evangelicales, sobre tal apoyo.
Es importante entender la diferencia entre el concepto de los ¨evangélicos¨ en América Latina y los ¨evangelicales¨ en los Estados Unidos. En Latinoamérica, la palabra ¨evangélico¨ generalmente refiere a todos que son descendientes en doctrina o de cultura de la Reforma Protestante en Europa en el Siglo XVI. Así, la palabra ¨evangélicos¨ es un sinónimo de ¨protestantes¨. En los EUA los términos requieren más precisión porque los evangelicales son una corriente dentro del protestantismo. Enfatizan el papel normativo de la Biblia, la conversión religiosa, y el evangelismo (el compartir su fe con otros). Tradicionalmente, los evangelicales no fumaban tabaco, no tomaban alcohol y practicaban una piedad personal. En las esferas sociopolíticas, buscaban la protección de la vida del feto y la defensa de la vida matrimonial tradicional. Por lo tanto, es necesario hacer una distinción entre los protestantes evangelicales y los protestantes más progresistas o liberales, especialmente en sus posiciones políticas y sociales.
El Pew Research Center ha realizado estudios exhaustivos sobre el voto presidencial en 2016 (por sus encuestas de salida). El 81% de los evangelicales blancos votaron por Trump, pero solo el 52% de los evangelicales hispanos votaron por él. 60% de los católicos blancos votaron a favor de Trump, pero este porcentaje se bajó a 26% de los católicos hispanos. El voto afroamericano a favor de Trump era 8%. Es muy obvio que el racismo y su postura antinmigrante eran factores significativos en las elecciones.
Desde 1980, el Partido Republicano ha buscado (y conseguido) el voto evangelical, especialmente por el tema del aborto. El argumento va así: Si se elige un presidente republicano, él va a designar jueces conservadores a la Corte Suprema. Cuando haya una mayoría de tales jueces en la Corte, van a revertir la decisión sobre el aborto. Aunque muchos candidatos republicanos han llegado a la presidencia (Reagan, Bush Sr., Bush Jr., Trump) y han seleccionado jueces conservadores, la decisión que legalizó el aborto (Roe v Wade) sigue más firme que nunca. Sin embargo, los evangelicales blancos componen un voto bastante seguro para los republicanos (78% de ellos para el candidato presidencial republicano en 2004, 74% en 2008, 78% en 2012 y 81% para Trump en 2016). Trump no era el candidato preferido de los evangelicales durante la campaña primaria. Los candidatos Cruz, Kasich, Rubio, y otros inicialmente tenían más aceptación entre los evangelicales. Sin embargo, después de ganar la candidatura republicana, muchos evangelicales dieron su apoyo a Trump. Un ejemplo típico fue el líder cristiano, Franklin Graham. Para él, la elección no era sobre la conducta personal reprehensible de Trump. ¨Esta elección es sobre la Corte Suprema y los jueces que el próximo presidente nombrará. Los evangelicales tendrán que elegir a un presidente quien tiene su confianza para nombrar hombres y mujeres a la corte quienes defenderán la constitución y apoyar libertades religiosas.¨
El Partido Republicano ha ofrecido un ¨paquete completo¨ a los evangelicales: jueces que defenderán la vida del feto, la familia tradicional, un país protegido de los inmigrantes ¨malos¨ por una gran muralla en la frontera con México, cambios en los impuestos para favorecer las clases altas y medias a expensas de los pobres, un patriotismo exaltado que no reconoce injusticias estadounidenses, apoyo económico exagerado a las fuerzas armadas, y un capitalismo feroz que destruye el ambiente ecológico del planeta.
La teoría de la disonancia cognitiva es útil para analizar el fenómeno de los evangelicales y Trump. Refiere a la tensión interna que tenemos cuando tratamos de mantener ideas, comportamientos o creencias que están en conflicto. Para reducir tal tensión o la incomodidad que nos provoca hacer algo en contra de nuestras creencias y opiniones, racionalizamos o justificamos nuestras acciones ante nosotros mismos al modificar y reconstruir nuestras creencias. Los evangelicales norteamericanos hacen esta racionalización en su apoyo a Trump.
¿Cómo integran los evangelicales estadounidenses los aspectos de Trump (y el Partido Republicano) que coinciden con su fe y los aspectos que no son dignos de Jesús? Para muchos creyentes, el defender la vida del feto (contra un aborto) compagina bien con su fe cristiana (porque el permitir el aborto fácil significaría permitir el homicidio). Por el otro lado, la vida y las políticas de Trump violan muchas de sus creencias. En lo que refiere a su inmoralidad personal de Trump, el consejo de unos líderes evangelicales era que tolerarán sus pecadillos y que votaran por él a pesar de todo. Por ejemplo, Franklin Graham dijo, «Aguanten lo feo (de Trump) y voten» (1).
Lo más problemático para los evangelicales no es el tolerar sus pecadillos personales de Trump, sino es el racionalizar sus políticas gubernamentales y calificar lo malo como si fuera bueno (Isaías 5:20). Aunque no hay una ética social uniforme entre los cristianos, los creyentes generalmente afirman que el principio más básico es el amar al prójimo, especialmente a los más vulnerables. Hay varias áreas en la cuales las políticas de Trump distan mucho de una ética verdaderamente bíblica, pero los evangelicales trumpianos las llaman buenas.
Han surgido otras voces evangelicales que critican este respaldo a Trump. Desaprueban la vida personal de Trump, pero más que todo, critican las políticas del presidente por ir en contra de la Biblia (2). Tomemos dos ejemplos.
- Refugiados – La Biblia da mucho énfasis a cómo se debe tratar al extranjero (Deut. 10:18-19). Desde 1980 hasta 2016, los EUA tenía un límite máximo de 95,000 refugiados recibidos anualmente. Trump redujo este límite a un máximo de 18,000 refugiados. En la misma manera, el presidente Trump ha puesto obstáculos para inmigrantes documentados e indocumentados y para los que buscan asilo en los Estados Unidos. Afirma que sus acciones son buenas¨, porque provee más ¨seguridad¨ para los estadounidenses.
- El cuidado de la creación y el calentamiento global – Dios llama a la humanidad para que cuide su creación para servir a todos (Génesis 1:24-27). Sin embargo, nuestro planeta está en gran peligro por el calentamiento global y la contaminación en general. Para combatir el problema grave del calentamiento, la gran mayoría de los países en el mundo habían decidido trabajar juntos en la reducción de emisiones de carbono por medio del Acuerdo de París, firmando el pacto en 2016. Sin embargo, el 1 de julio de 2017, Trump anunció que los Estados Unidos retiraría del Acuerdo. Muchos evangelicales llaman este paso malévolo ¨bueno¨ porque aumenta la soberanía nacional de los EUA y permite más crecimiento de su economía.
El pueblo norteamericano está a la puerta de otras elecciones presidenciales en noviembre. Donald Trump es el candidato republicano para ser reelegido. Su opositor demócrata es Joe Biden. Estemos conscientes de como aspectos religiosos, (tanto positivos como negativos) jugarán un papel de estas elecciones.
(2) Ver Ronald Sider, ed. The Spiritual Danger of Donald Trump: 30 Evangelical Christians on Justice, Truth, and Moral Integrity y Ben Howe, The Immoral Majority: Why Evangelicals Chose Political Power over Christian Values.
Actualización a las encuestas
Rolando Macías Rodríguez
Por otro lado, las encuestas parecen indicar que Biden podría estar tomando cierta fuerza, aunque débil aún. Por ejemplo, hay un ligero aumento a la opinión de los republicanos favoreciendo al competidor demócrata en los últimos tres meses (del 13% al 18%). Con mayor tendencia positiva, los católicos blancos han pasado a favorecer a Biden con un 66% frente al 40% del apoyo que tenía en julio de este año. Sin embargo, en esta encuesta de agosto de 2020, Trump supera ligeramente en favoritismo a Biden en cuanto a los evangélicos en general, el primero con 17% frente al 14% del segundo.
En conclusión, parece ser que ciertos sectores se están moviendo en cuanto opinión, sin embargo no son tan significativos, estadísticamente hablando, para señalar un cambio real o contundente, más que tendencias parece ser que las elecciones se decidirán en los votos, pues aún hay sectores sociales que están indecisos, puesto que el sistema de elección es complejo, ya que 1) los votantes deben hacer un registro especial para votar; 2) las votaciones son en martes y es laborable, a quien falte se le descuenta el día; 3) se puede votar por correo, aunque Trump ya comentó que si no coinciden los sufragios del correo con las urnas, desconocerá el resultado y; 4) se vota por electores, dependiendo de estos y no se toma en cuenta el voto popular para dar el gane, podría repetirse experiencias pasadas como en los últimos años en que los republicanos ganaron por electores y no por voto popular (A. Gore -2000- y H. Clinton -2016-) Todo este sistema dificulta la predicción de quien será el presidente de los EUA para estas elecciones.