La antigua civilización levantó este filtrado de agua en Tikal con materiales naturales que importaban desde kilómetros de distancia. Concretamente, cuarzo cristalino y zeolita, que se utilizan en la filtración moderna de agua.
Seguimos avanzando en el conocimiento del legado de una de las civilizaciones más enigmáticas del mundo, los mayas. Y es que en el embalse Corriental, en el norte de Guatemala, se ha descubierto un sofisticado sistema de depuración y filtrado de agua que correspondería a esta civilización, correspondiente a la otrora agitada ciudad de Tikal.
Según la Universidad de Cincinnati, los antiguos mayas construyeron sofisticados filtros de agua con materiales naturales que importaban desde kilómetros de distancia. Concretamente se ha identificado cuarzo cristalino y zeolita. Ambos minerales se utilizan en la filtración de agua moderna.
Los filtros habrían eliminado del agua los microbios dañinos, los compuestos ricos en nitrógeno, los metales pesados como el mercurio y otras toxinas del agua, según Kenneth Barnett Tankersley, profesor asociado de antropología y autor principal del estudio.
Un equipo multidisciplinario de antropólogos, geógrafos y biólogos de la UC rastrearon la zeolita y el cuarzo hasta las escarpadas crestas alrededor del Bajo de Azúcar, a unos 30 kilómetros al noreste de Tikal. Utilizaron análisis de difracción de rayos X para identificar zeolita y cuarzo cristalino en los sedimentos del yacimiento.
«La antigua ciudad maya de Tikal se suma así a nuestro conocimiento todoavía emergente de los primeros inventos e innovaciones en la purificación del agua», dicen en el estudio publicado en «Nature». Y sigue: «El depósito de Corriental contiene la evidencia más antigua de un sistema de purificación de agua con zeolita. Pueden existir otros, pero no sabemos hasta qué punto Corriental es único dado que hay miles de antiguos reservorios mayas y menos de 50 han sido investigados mediante excavación o extracción de testigos», apuntan.
«Probablemente fue a través de una observación empírica muy inteligente que los antiguos mayas vieron que este material en particular estaba asociado con agua limpia y se esforzaron por llevarlo de vuelta”, explica Nicholas Dunning, profesor y coautor de la investigación.
Y es que hace una década, Dunning ya informó sobre una roca volcánica conocida como toba, rica en cuarzo y zeolita, en una abertura. «Estaba manando agua a buen ritmo. Los trabajadores rellenaron sus botellas de agua con él. Era famoso localmente por lo limpia y dulce que era el agua». Este depósito de toba probablemente produjo agua igual de buena hace miles de años, y algunos científicos mayas identificaron lo que lo hacía filtrar el agua con tanta eficacia.
Como explican en el reportaje de la UC, para esta civilización encontrar formas de recolectar y almacenar agua limpia era de vital importancia. Tikal y otras ciudades mayas se construyeron sobre piedra caliza porosa que dificultaba la obtención de agua potable durante gran parte del año durante las sequías estacionales.