En Bilwi, principal ciudad del Caribe norte nicaragüense, Eta destrozó buena parte del muelle de la ciudad, que mueve la actividad pesquera y económica de la región y por donde se movilizan los pobladores de aldeas costeras.
El muelle sufrió daños considerables
, incluida la parte de carga internacional, indicó el director de la gubernamental empresa nacional de puertos, Virgilio Silva.
Eta se aproximó la tarde de ayer a Honduras, donde provocó crecidas de ríos, inundaciones, desalojos y destrucción de puentes y carreteras, lo que obligó a decretar alerta roja, anunció el presidente Juan Orlando Hernández, luego de reunirse con organismos de auxilio a la población.
En Bilwi, donde viven más de 40 mil indígenas miskitos, afrodescendientes y mestizos, autoridades comenzaron a evaluar los daños y a limpiar los escombros, tras dos días de intensas lluvias.
Los techos de numerosas viviendas fueron devastados por el paso de la tormenta, que tumbó árboles y cables del tendido eléctrico, según reportes preliminares en Bilwi, donde el fenómeno impactó el martes como huracán categoría 4.
Las autoridades intentaban llegar a las comunidades costeras más afectadas como Wawa, Karatá y Halouver, pero el mar embravecido impedía la salida de embarcaciones, y por tierra no hay acceso.
En Nicaragua, Eta dejó dos muertos tras el derrumbe de una mina artesanal en Bonanza.
Una niña murió en Honduras por el derrumbe de una vivienda en la parte norte del país, reportaron las autoridades.
La Comisión Permanente de Contingencias de Honduras informó que antes de la llegada de Eta unas 3 mil personas fueron trasladadas a albergues.