La soberanía y seguridad alimentaria nutricional para las poblaciones afectadas por el cambio climático en El Salvador

Por: Julio Carpio Cerna*

La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades dietarias y preferencias alimentarias que permitan llevar una vida sana y activa.”

Cumbre Mundial de la Alimentación, 1996
El Salvador, país de alto riesgo a los desastres socio naturales por su alta vulnerabilidad y exposición al cambio climático, históricamente ha venido presentando un fuerte deterioro ambiental en su territorio rural y urbano por su alta susceptibilidad a diversos tipos de amenazas como Inundaciones y deslizamientos, sismos, erupciones volcánicas y sequías.

Entre las tormentas y huracanes de las últimas décadas destacan El huracán Mitch (1998) que afectó los departamentos de Ahuachapán y Sonsonate en el occidente del país, San Vicente y la Paz en la zona central, La Unión, San Miguel y Usulután en la zona oriental.

Los terremotos del 2001, dos de ellos en los primeros meses del año, el primero que afectó la cabecera departamental de La Libertad, y el segundo que afectó los departamentos de la Paz, San Vicente y Usulután.

La tormenta Stan del 3 de octubre del 2005 que afectó territorios como Santa Ana, San Salvador, La Libertad, San Vicente y la Paz.

La tormenta Ida, en 2009, que afectó Cuscatlán, La Libertad, La Paz, San Salvador y San Vicente.

La tormenta Agatha en el 2010, Que resultó afectando los departamentos de Sonsonate, Ahuachapán, Santa Ana y San Salvador.

La depresión tropical 12e. que dejó más pérdidas que el huracán Mitch por falta de atención a la vulnerabilidad del medio ambiente por falta de capacidad de respuesta en el 2011que afectó los departamentos de Ahuachapán, La libertad, la Paz, San Salvador, San Vicente, Sonsonate y Usulután.

Recientemente a principios de noviembre del 2020, la tormenta Eta. de la cual no se presentan datos pues debido a la emergencia y actualidad del fenómeno, las brigadas de ayuda siguen activas en los lugares afectados, mientras otras se dedican a apoyar a los vecinos países de Guatemala y Honduras

Comparando los resultados de los daños del huracán Mitch, que fueron grandiosos, son mayores los de la depresión tropical 12e. a pesar de haber sido ésta última de menor magnitud y fuerza, cabe resaltar como éstas han incidido en el cambio climático y nutricional, debido a que los ingresos que perciben las familias han variado en los medios de vida dependientes del sector agrícola, con baja en la demanda de mano de obra asalariada para las tareas agrícolas, repercutiendo en su capacidad de compra de alimentos.

Según la CEPAL fueron 110,769 empleos perdidos, siendo los sectores agropecuarios, industria, comercio y servicios quienes perdieron con un monto de 307 millones de dólares, obligando a las familias a emplear estrategias de sobrevivencia, venta de sus reservas de alimentos, disminución de tiempos de comida por día, dedicarse al comercio informal y a la migración.
El desempeño productivo de las actividades agrícolas, los ingresos de los hogares y los precios de los alimentos, ha traído a las familias muchas afectaciones de la disponibilidad con disminución de la cantidad y variedad de alimentos. Un análisis de los fenómenos naturales con sus impactos humanos, económicos y sociales que históricamente han afectado la zona, nos presenta una serie de desafíos como los siguientes.

La atención a la vulnerabilidad de la disponibilidad de alimentos en cantidad, calidad y variedad. Formular e implementar una estrategia de la lucha contra el hambre planificada en un corto, mediano y plazo. Formular una la política de estado en materia de disponibilidad y acceso económico a los alimentos, con apoyo al sector agrícola en general y con mayores oportunidades a la producción de la agricultura familiar.

Fortalecer la producción de cultivos alimentarios con programas de conservación de recursos naturales como el agua, el suelo, fomentando las prácticas agrícolas que diversifiquen la producción como la rotación de cultivos y uso de abonos orgánicos.

Promover programas de alimentación con recursos locales para el ciclo vital con énfasis el Derecho a la Alimentación Adecuada y con Nutrición basada en alimentos.

Crear un verdadero sistema de información para la vigilancia de la seguridad alimentaria nutricional para la alerta temprana y prevención oportuna dando respuesta a la inmediatez con programas de protección social.

Vincular acciones con los diferentes sectores que contribuyen a la protección social para involucrar a los pequeños y medianos productores en la generación de empleo con acceso a créditos blandos otorgados a largo plazo por la banca y cooperativas de crédito.

Respecto a la soberanía alimentaria, es necesario recomendar a los tomadores de decisiones de los programas de protección social y ayuda alimentaria para la población afectada, que, al planificar las compras de productos alimentarios, que respeten lo acordado en Ginebra, sobre la recomendación dada a los países de priorizar la compra de alimentos nacionales y locales con el fin de proteger a los productores agropecuarios, pesqueros y agricultores familiares.

*Nutricionista salvadoreño

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