Este hecho provocó la reacción del diplomático estadounidense Mark Feierstein, que formará parte del equipo del programa de gobierno para asuntos internacionales, entre ellos América Latina, del presidente electo Joe Biden.
De acuerdo con información dada a conocer esta semana por la agencia AP, el Gobierno del presidente Nayib Bukele, otorgó un contrato de lobby de $780,000 a una firma de Washington, creada hace tres semanas, para promover la inversión en Estados Unidos.
El periodista de AP, Joshua Goodman, indicó que la nueva entidad, Invest El Salvador, es la tercera firma que se registra como agente extranjero de El Salvador desde agosto, con contratos por más de $ 1.6 millones.
Este hecho provocó la reacción del diplomático estadounidense Mark Feierstein, que formará parte del equipo del programa de gobierno para asuntos internacionales, entre ellos América Latina, del presidente electo Joe Biden.
Feierstein publicó en su cuenta de Twitter que la contratación de la firma de lobby “no salvará” al presidente Bukele de su responsabilidad por sus acciones “antidemocráticas” dentro de su administración.
“Si Nayib Bukele piensa que pagar a un grupo de cabilderos de DC le permitirá escapar de la responsabilidad por sus movimientos antidemocráticos, está muy equivocado. Su problema está en El Salvador, no en Washington”, dijo el diplomático en su cuenta oficial.
If @nayibbukele thinks paying a bunch of DC lobbyists is going to let him escape accountability for his anti-democratic moves, he’s sorely mistaken. His problem is in El Salvador, not Washington. https://t.co/ZYWqiFYYDB
— Mark Feierstein (@MarkFeierstein) November 19, 2020
Ante esto, el asesor del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales estadounidense (CSIS), Mark Schneider, coincidió con Feierstein, asegurando que “En efecto. $1.6 millones podrían gastarse mucho mejor en responder al COVID, crimen y pobreza”.
Indeed. $1.6 m could be much better spent on responding to COVID, crime and poverty. https://t.co/quwTGtZuF7
— Mark Schneider (@MarkLSchneider) November 19, 2020
Bukele asumió el cargo como presidente en 2019, y prometió «rescatar a El Salvador» de las profundas divisiones dejadas por la violencia incontrolada de las pandillas y la corrupción sistémica en los gobiernos de derecha e izquierda que siguieron al final de una sangrienta guerra civil.
Si bien sigue siendo popular en El Salvador, ha recibido críticas de los legisladores estadounidenses, en su mayoría demócratas; pero también algunos republicanos, por presuntamente llevar a El Salvador por un camino autoritario, especialmente después de que envió tropas armadas en febrero para rodear la Asamblea Legislativa, para presionar a los diputados para que aprobaran un préstamo, para financiar la lucha contra las pandillas.
LPG