Dolores del Tránsito Méndez, es una mujer agricultora del municipio de San Sebastián Salitrillo en el departamento de Santa Ana, asegura que tras las tormentas de los últimos mesese los cultivos sufrieron serios daños tanto el maíz, como el frijol.
La agricultora asegura que se calcula un 80% de pérdidas en los cultivos y que esperan que para el 2021 se tengan serios problemas de hambruna en esa localidad, dado que la mayoría de los habitantes viven del consumo de sus cultivos y la venta de los mismos.
Dolores pertenece a un colectivo de mujeres que trabaja la tierra gracias al apoyo del Instituto de Investigación, Capacitación y Desarrollo de la Mujer (IMU).
Alrededor de 200 mujeres campesinas son el sostén de sus familias quienes viven de la agricultura. Dolores explica que a pesar de las pérdidas cuenta con algunas hortalizas para poder sobrellevar algunos meses, gracias a los huertos caseros que implementan. Asegura que muchas mujeres agricultoras están preocupadas, ya que sin el apoyo del Estado surge la duda sobre cuánto les durarán esos alimentos.
Por su parte, Omar Flores, coordinador del Programa de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho, FESPAD, urgió al presidente de la República a impulsar un plan para garantizar alimentos a las familias afectadas por las lluvias.
Los efectos de la alimentación se verán a partir del próximo año.
De acuerdo con la Federación de Hortalizas y Frutas de El Salvador, la depresión tropical ETA ha causado pérdidas en los cultivos de hortalizas y frutas, que ascienden a $6 millones de dólares y afectaron el 60% de la producción esperada para este trimestre. En cuanto al frijol, se estiman en $2 millones de dólares y 59,436 quintales perdidos.