Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra
El 28 de octubre de 2020, publiqué el artículo intitulado “DECONSTRUCCIÓN”; veremos aquí, los efectos de este fenómeno, en la política cotidiana y en la lucha de poder, explicando la razón por la que hoy, no se entregará el FODES a las alcaldías y, otras ilegalidades, que pueden conducir a manifestaciones de calle, como lo ha dicho el FMLN y, a concentraciones públicas, por parte de la sociedad civil, que siendo masivas, podrían ser sofocadas con el uso de la fuerza, por parte del Gobierno.
La racionalidad es la aplicación de las normas vigentes, establecidas por la Constitución y desarrolladas, en la ley secundaria, para su cotidiana aplicación, en el quehacer del Estado. El cambio del sentido de dicha normativa y, la interpretación de los hechos políticos, distinta manera del convencional (del entendido por la mayoría de las personas, mediante su sentido común o, por las diferentes profesiones que se ejercen), es la deconstrucción, que está ejerciendo el Gobierno central, y está generando un caos social: revolución o lucha política innecesaria.
Este cambio lo podemos apreciar, en la conducta de la PNC y de la Fuerza Armada, en los desvíos de sus funciones y en las exigencia de la fiscalía, para contar con un nuevo cuerpo operativo de investigación, pues el sentido de las instituciones ha cambiado, ya no ajustándose a lo que la ley manda, sino al nuevo criterio del Ejecutivo.
Retener el FODES, priorizando los gastos del Gobierno, como comprar las vacunas para el coronavirus, es porque el Ejecutivo, cambiando el sentido de la ley, ha señalado el destino de los gastos públicos, que se encuentran determinados en el Presupuesto General de la Nación, anulando dicha función legislativa y, anulando la autonomía municipal, garantizada en la Constitución y en el Código Municipal.
La concesión de permisos para las ventas callejeras, es potestad de la municipalidad; la ha asumido hoy, el Ejecutivo, siguiendo dicho cambio y aduciendo superioridad de su autoridad, sobre el uso de calles, incluyendo así, las aceras que son potestad municipal, dándose así, la deconstrucción.
El ultimátum que ha dado Yamil Bukele, a la federación de futbol, para que se inscriba y quede bajo el dominio del INDES o, iniciará el proceso de cancelación de su personalidad jurídica, es también deconstrucción pues, a criterio del Ejecutivo, todos los deportes tienen que ser regidos por la función social, determinada por él mismo, en contravención al principio de libertad de asociación, amparado en el Artículo 7 Cn.
La resistencia a dar cuentas y, a que los Ministros no deben acudir a la Asamblea, obedece a criterio de Bukele, pero en deconstrucción, de los preceptos de contraloría. La confidencialidad en la compra de las vacunas, no puede mantenerse ajena al conocimiento público, ni de la Corte de Cuentas, al igual que las pruebas de las mismas o, las pruebas de coronavirus efectuadas por el Ejecutivo.
Estas situaciones ya han sido advertidas por el FMLN, al igual que por la sociedad civil y, al ser ineficaces los recursos y controles que da el sistema democrático, proceden a organizarse y manifestarse en las calles.
Este fenómeno se puede ver también, en el sistema electoral, en el que se quiere incorporar candidaturas, por vía de la fuerza, encarcelando por diferentes causas, a los representantes de ARENA, pues este partido, no ha amenazado con posibles manifestaciones de calle, por lo que es el más adecuado, para introducir miedo a opositores del Gobierno.
El señalamiento de opositores ya es norma y, demuestran la deconstrucción que se realiza en la justicia y la función pública que estamos viviendo y, lo explosivo que vuélvase el país.