Por: Francisco Parada Walsh*
“Se le llama así, a todo aquello que se recibe sin merecer lo que se recibe, la vergüenza que se siente en el momento de recibir algo que no nos pertenece, o donde existe una vergüenza por recibir de la mano de un benefactor sin tener los méritos suficientes para poder recibirlo”.
Jamás he visto a un gobierno más vacío y sin rumbo que el actual gobierno; lo perverso del ejecutivo que a pesar de estar indigestado con el dinero saqueado no les satisface y ¡quieren más y más! ser tan sinvergüenzas de APARENTAR regalar alimentos y que el pueblo crea que es un regalo que el presidente compró con su dinero es algo patológico como enfermizas son esas relaciones sado masoquistas que a pesar de lo traumático de la paliza el sumiso ama a su dominatriz, ¡Nada que envidiar a lo que vivimos! Nuevamente el país es ultrajado al repartir el pan del sinvergüenza, jugar con los instintos más básicos y primitivos que tiene una persona solo dice la tragedia que nos espera, tristemente el rebaño-conglomerado-sociedad salvadoreña se viste de luto ante la muerte de la dignidad de un pueblo medio comatoso y un ejecutivo totalmente perdido que apela a saciar el hambre en vez ofrecer propuestas concretas pues ¡no las tienen! Que se lea en “El Pan del Sinvergüenza” la siguiente frase: “El dinero alcanza cuando nadie roba” solo dice dos cosas: la mentira impresa para que el incauto salvadoreño crea que ese paquete no tendrá un costo infinito de pagar, regalar lo que no es mío no cuesta, regalar lo que con sacrificio se ha hecho no es tan fácil y la segunda es que la perversidad y el cinismo no tiene límites pues se han saqueado más de tres mil millones de dólares salvadoreños y una explicación dónde está el dinero no la han dado.
¿Será capaz el presidente de mantener este barato comentario cuando termine su período?, ¿Creerá en su mundo de Peter Pan que desde la cárcel podrá hacer tales comentarios? Debe el salvadoreño pensar con la cabeza y no con el hígado pues ese paquete lo pagará con altísimos intereses y tristemente después de quebrar la economía con todo el dolo del mundo y querer venderle sopa de pitos a un país ya aletargado y aparecer como los “Buenos de la película” donde quiebran a millones de salvadoreños y de repente regalan comida cual el amo poderoso que debe el pueblo agradecerle, rendirse a sus pies, besar los pies del elegido.
Quisiera que el presidente explicara qué significa esta frase El dinero alcanza cuando nadie roba ¿Qué hicieron con los quince millones de dólares que el Banco Central de Reserva les daba cada día y que costó la renuncia de un hombre honorable como es Nicolás Martínez? Seguir dando Pan y Circo solo dice que tenemos a un gobierno populista que apelando a los instintos más básicos y primitivos de un pueblo confundido desea el control total, ser una aplanadora donde solo impere la voluntad del Narciso. La economía no existe y esto apenas empieza, tristemente no hay propuestas que indiquen que el país va por buen rumbo, no, todo es improvisado, todo es para ayer tal como lo es el hambre de mi gente.
No merezco recibir ese pan pues no lo he pedido y prefiero que sea una familia de escasos recursos la beneficiada , claro que lo tomaré pues es mi dinero pero no debo comer lo que trae, hay millones de personas que debido a la “encerrona del terror” se les quebró su economía y ellos sí la necesitan, pero sobre todo el país necesita dignidad, volver a creer en nosotros y no en falsos mesías que no tienen ni la más mínima idea de nuestra asquerosa pobreza, al contrario, saquear a un país ya saqueado solo dice que tenemos los días contados y sino ejercemos el sufragio en contra de esta pandilla de malandrines lloraremos como la Magdalena que dejamos que lo peor de una nación se hiciera cargo de zamparle un tiro de gracia a El Salvador de los Agonizantes.
Quizá la pregunta debería ser ¿Quién no ha robado en este gobierno? ¿Qué hicieron con los tres millones en efectivo confiscados a un funcionario por ellos mismos? ¿Dónde están las cuentas claras sobre la contratación de hoteles para meter a cuantos ciudadanos pudieran con tal de enriquecerse a costa de la muerte de varias personas que murieron en esos albergues o “casas del terror”? Ustedes, mortales, tienen su alma y sus manos llenas de sangre pues aparte del hambre que sufre mi país masacraron a un personal de salud pasivo y mudo como ningún otro país.
El riesgo de morir para el personal de salud es enorme y no hacen ¡Nada! ¡Qué vergüenza decir que “El Dinero alcanza cuando nadie roba! El descaro y cinismo es infinito, poco importa el rumbo del país, un El Salvador atorado de pies a cabeza donde nadie sabe el rumbo que debe tomar, tristemente el desahucio emocional y económico se empieza a sentir, solo alguien totalmente enfermo puede creer que llevan al país por buen camino cuando todos vemos el precipicio en que caemos y nadie hace nada; gobernar para siete millones de personas es complicado pero lo es más gobernar para el ego donde no importa buscar puentes, alianzas, una visión de nación sino que prima “la exquisitez del ególatra”, ¡Dios salve a este país! Sin embargo merecemos lo que tenemos, debo entenderlo, tenemos lo peor y dentro de esa estirpe me veo, me dibujo, me calco, me identifico, me robo, me saqueo, me mato y luego con un halito divino vuelvo a nacer para seguir saqueando todo lo que pueda, todo.
Este gobierno me parece a esos carros viejos que andan comprando vejestorios, chunches viejos, compran todo para fundirlo; este gobierno compra y vende nuestro futuro no para fundirlo sino para fundirse con todas las cosas que no sirven y esas cosas que no sirven son ellos mismos, es una auto fundición y yo, formo parte de él en la maldad, en el actor sinvergüenza, en la mentira, en el cinismo, en el desprecio a mi gente.
*Médico salvadoreño