La mentira sobre los 70 diputados

Por Wilmer Sánchez

Según el presidente Bukele, a partir de los datos de la encuesta de la UCA, en las elecciones de febrero de 2021 Nuevas Ideas (NI) y GANA obtendrían 70 diputados. Esa afirmación es falsa. Ni la encuesta dice eso, ni es posible inferirlo con los datos que en el sondeo se recogen. O el mandatario no sabe de lo que habla (no sería extraño) y está engañado, o miente descaradamente (como suele hacer) y busca engañar a la población.

Para obtener una proyección con base a encuestas del número de escaños que podrían ganar los partidos, estas deberían hacerse con muestras por cada departamento. Y quizá se tendría que elaborar un instrumento más complejo que, por ejemplo, hurgara en los votos cruzados o sobre el número de marcas por rostros de distintos partidos, entre otras cosas más.

Pero ya puesto a cábalas sobre un número de diputados desde la encuesta de la UCA, veamos hasta dónde se podría hacer proyecciones sin pecar de abuso. Según los datos de la encuesta, el 44.1% votaría solo por la bandera de un partido; un 26.7%, solo por rostros de un mismo partido; y un 1.2%, por bandera y por rostros de un mismo partido. Es decir, un 72% de los encuestados votarían por un solo partido en cualquiera de sus modalidades (bandera, bandera y rostros, o solo rostros). En consecuencia, en la encuesta es posible identificar por cuáles partidos estaría votando ese 72% de los encuestados.

De aquí que, puestos a cavilar sobre la distribución de escaños, solo podríamos atisbar a conocer la distribución de 60 escaños (72% de 84 escaños), y esto ya siendo muy atrevidos, puesto que la distribución de escaños por departamento no necesariamente es proporcional a la estimación poblacional departamental actualizada. Con todo y estas advertencias, y evitando en lo posible las inferencias descabelladas, de la distribución de estos 60 escaños Nuevas Ideas podría obtener 39 y GANA 3; con lo que NI y GANA tendrían alrededor de 42 de estos 60 escaños. Esta proyección, sin embargo, no considera el efecto cocientes y residuos, que tiende a beneficiar más a los partidos que sacan menos votos y que, por tanto, tendería a restar posibilidades a quien más votos obtiene (en este caso, NI).

Ahora bien, respecto a la distribución de los otros 24 escaños, y siempre considerando que es limitado el alcance de las proyecciones debido a la fórmula electoral que se aplica en El Salvador para distribuir los puestos en la Asamblea, si aplicamos los porcentajes de intención de votos para diputados de NI y de GANA (64% y 4.7%, respectivamente), entre ambos podrían sumar hasta 16 escaños más, con lo que podrían obtener 58 diputados como máximo. No obstante, el anterior escenario podría ocurrir solo en la más generosa cábala sobre los números de esta encuesta. Y esto, de nuevo, sin considerar que el sistema de cocientes y residuos podría restar a las posibilidades de NI de obtener más escaños.

En conclusión, no es posible inferir de la encuesta de la UCA que NI/GANA obtendrían 70 diputados. Esa afirmación es una fake news más del presidente, parte de su ya acostumbrada fakepolitik (la mentira como política pública). Es tanta la confianza que despierta el presidente entre un buen sector de la población descontenta con “los políticos de siempre” que se atreve a abusar de dicha confianza mintiendo.

Un modo de proceder basado en mentiras alevosas difícilmente conduce a algo bueno. La mentira pública es violencia política, podríamos decir parafraseando a Hanna Arendt. El gran despecho y descontento de la población con “los políticos de siempre” no es en vano. Sobradas razones hay para ello. El diagnóstico es certero, por decirlo de algún modo, pero la receta no parece ser la mejor. ¿Qué queda entonces? Ante la pregunta por el tipo de Asamblea Legislativa que más convendría al país, la mayoría de los encuestados (41.7%) opinó que convendría una que no esté dominada por algún partido. Al no haber alternativa viable, no concentrar el poder en un partido o bloque de poder parece ser, de momento, la única opción posible. Pero esta debería ser una medida contingente mientras logra germinar una alternativa potable, crítica y creadora. Sin una alternativa real, el reino de las fake news gobernará por mucho tiempo más el país.

* Wilmer Sánchez, de Vicerrectoría de Proyección Social UCA.

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