Por: Francisco Parada Walsh*
Nuevamente El Pinochini de América me sorprende, llegamos a fin de uno de los peores años de nuestra historia sin embargo hay más intereses personales o gubernamentales que un deseo real de resolver problemas. Una economía quebrada y una pandemia que sigue masacrando al personal de salud y a tantos salvadoreños. Todo se hizo al revés, fue esa encerrona del terror que mientras un pueblo era sometido con una violencia inaudita por otro lado había una banda de pícaros que sin importarles el dolor de un pueblo se lucraban, se lucran y se lucrarán; se hizo de la muerte un negocio, algo tremendo pues nunca la vida humana importó sino los negocios turbios y oscuros.
Estamos a pasos de entrar a una nueva ola de contagios, el costo político por hacer lo que se debe hacer es enorme y se prefiere maquillar y vender una imagen que todo marcha bien, que son pocos los casos positivos cuando sé de fuentes fidedignas cuánto personal de salud está ingresado y los hospitales empiezan a atender enfermedades respiratorias en alza. Pueblo salvadoreño, debemos entender que en ningún momento usted es prioridad para un gobierno desgobernado y es un imperativo el auto cuido, evitar en todo lo posible esas multitudes y en ningún momento bajar la guardia, esta pandemia superó con creces a un improvisado ministerio de salud y a un gobierno que en la muerte lograron réditos económicos como nunca; es el pueblo el que debe ser vigilante y guardián de su salud, si usted está atenido a que un estado hará todo lo posible por salvar su vida lamento informarle que está equivocado.
Toda la atención y recursos están disponibles para la campaña electoral, es sencillo entender la disminución de homicidios, “los nuevos mismos de siempre” que se preparan para asaltar el galeón y la pandemia no es una prioridad, y nunca lo fue. Debemos recordar que desde un inicio toda la información que se manejó sobre el número de fallecidos y contagios fue falsa y por ende, nada bueno puede salir de ahí, el control de los contactos de pacientes Covid positivo se perdió, usted no sabe si quien está a la par suya es una persona que estuvo ingresada o resultó positivo asintomático. Estamos a días de celebrar la navidad y esa fecha debe servir para reflexionar sobre el dolor que esta pandemia causó a un pueblo que ha sepultado a miles de muertos y a la economía salvadoreña.
Que esta época de paz o de fiesta no se vista de luto, no hay que arriesgar y hacernos los desentendidos pues solo el auto cuido funcionará; esperar algo de los que nos masacraron a cientos de miembros del personal de salud es un absurdo pues durante septiembre, octubre y noviembre han fallecido colegas y nadie dice nada, tan indolentes somos que nadie quiere hablar de ellos, ¡Que viva el circo romano! Me cuesta entender que aun haya personas incautas, fanáticas y sobre todo más pobres de lo que eran y aun defiendan lo indefendible: La corrupción, el charlatanismo, la prepotencia y la ignorancia que relincha.
Recientemente leía una encuesta realizada por la UCA donde este inepto gobierno recibe una aprobación del casi 70%; vale la pena leer entre líneas estos resultados: Se está alertando a aquella población que es “el hueso duro” de ARENA y el FMLN a ir a votar y a todos aquellos que no votaron por castigar a sus partidos y me parece una buena lectura, la segunda es que si el gobierno se mofaba que tenían el 97 % del apoyo de un país reventado ya las cosas cambiaron pues solo se tiene un 70 % de aprobación y una hipótesis muy personal es que creo que las matemáticas y las estadísticas son ciencias exactas donde los números serían totalmente diferentes si encuestaran a un grupo de conversación al que pertenezco donde de 84 colegas no hay uno tan solo a favor de ese 70%; abordo un bus y sube un vendedor del nuevo periódico El Salvador de los Bandidos y nadie lo compra, todo mundo dirige su mirada hacia otro lado; todas estos sencillas observaciones se verán reflejadas el 28 de febrero donde se dirimirá la verdad.
Mantengo que si el ejecutivo obtiene una mayoría en la asamblea y patanes serán los padres de la patria no me sentiré mal, al contrario, aceptaré tal resultado y entenderé que quienes me representan son los personajes que el país merece; nada es casualidad y por cosas del destino mi vida es arrebatada por la muerte, por mi amiga, hasta ahí llegó mi historia pero ver fanáticos pobres, torpes y orgullosos de su ejecutivo solo es cuestión de meses para que sientan y vivan una realidad donde la pandemia del Covid será un cuento de niños comparado a la tragedia que viviremos con los aumentos en todos los impuestos inimaginables.
Queridos lectores, debemos cuidarnos y entender que el virus vino a quedarse y que se está registrando un aumento en los casos de contagios por Covid y ser responsables, nunca esperar algo de alguien que no es capaz de dar algo sin esperar algo a cambio: Votos, dinero, licitaciones amañadas, quiebra de empresas, quiebra de familias, quiebra de una sociedad triste, llorosa que en un santiamén empieza a bailar cumbias el próximo 24 de diciembre creyendo que la vida retoña, eso somos, extremistas de la vida.
Nuevamente se expone al personal de salud, el país de cuatro patas donde médicos especialistas deben tomar la temperatura al personal y quizá debería sugerir al ministro de enfermedad que si los médicos toman temperatura que sean los vigilantes quienes den las consultas, nada raro en este estercolero.
*Médico salvadoreño