La desconfianza sobre el plan es porque en 2008 el presidente Barack Obama prometió una reforma, lo cual intentó hacer durante su segundo mandato, cuando surgió DACA ((Deferred Action for Childhood Arrivals).
Según expertos en esta ocasión, la necesidad de proteger a los indocumentados tiene un motivo especial, ya que en medio de la pandemia de la Covid-19, al menos nueve millones realizan trabajos esenciales, incluidas labores agrícolas, suministro en la cadena de alimentos y reparto de comida.
‘En estos tiempos únicos… ha destacado su trabajo crucial como trabajadores agrícolas que cosechan la comida de los estadounidenses; empleados que almacenan estantes de comestibles, y repartidores que llevan comida con seguridad a los hogares’, apunta un reporte del Centro para el Progreso Americano (CAP), citado por el diario.
Marielena Hincapié, directora ejecutiva del Centro Nacional de Leyes de Inmigración, reconoció que la acción representa un cambio histórico de la agenda antiinmigrante del presidente Donald Trump.
Ron Klain, el jefe de Gabinete de Biden, confirmó que el presidente electo enviará un proyecto de ley de inmigración al Congreso ‘en su primer día en el cargo’.
En 1986 ocurrió la última reforma migratoria que dio alivio a casi tres millones de indocumentados, impulsada por demócratas y firmada por el presidente republicano Ronald Reagan.
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