A más largo plazo, el titular de Hacienda estimó que los esfuerzos en el terreno económico del país más extenso de Centroamérica le permitirán regresar a una progresión de cuatro puntos porcentuales del PIB para 2022.
La economía nicaragüense registró hasta 2017 casi una década de crecimiento sostenido de alrededor del cinco por ciento anual, que fue interrumpida por el intento fallido de golpe de estado de abril de 2019, recordó el miembro del gabinete.
Entre las fortalezas que sostendrán el repunte económico del presente año Acosta identificó al sector agropecuario, con destaque para los aportes de la producción ganadera y el café, dos pilares de las exportaciones nicas.
La reconstrucción de los grandes daños ocasionados por los intensos huracanes Eta e Iota en noviembre será un factor de impulso a la generación de empleo, anotó el ministro.
Acosta resaltó que el estado nicaragüense cuenta con recursos financieros líquidos para enfrentar el actual año y citó los 11 millones de dólares que serán destinados a la compara de vacunas contra la Covid-19, según el esquema anunciado a mediados de la semana anterior por la vicepresidenta del Gobierno, Rosario Murillo.
Resaltó que Nicaragua fue uno de los países de la región centroamericana que registró el año pasado un impacto negativo menor debido a la pandemia global.
Aunque las cifras oficiales estarán listas para finales de febrero o principios de marzo los estimados indican que Nicaragua registró un crecimiento negativo entre 1,5 y dos por ciento en los 12 meses anteriores.
Eso es una base para retomar el camino hacia el signo positivo, puntualizó el encargado de las arcas públicas.
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