“El presidente en la embriaguez de su triunfo se creía omnipotente. Salvador de la patria y futuro restaurador del orden lo llamaban los serviles. Pero uno y otros olvidaban que en el recinto de la Corte Superior de Justicia tenían asiento unos varones probos que no dejarían pisotear la ley suprema del país sin una severa protesta”
Tomado de: Salazar, Ramón A. / Manuel José Arce (Hombres de la Independencia). Biblioteca de Cultura Popular. Guatemala. 1952.
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