Por: Elio Masferrer Kan*
Una vez más, Francisco nos desconcertó con sus estrategias. En su Encíclica Fratelli Tutti del 3 de octubre del año pasado confesaba que retomaba esta frase de San Francisco de Asís cuando fue hace ochocientos años a Egipto para entrevistarse con el Gran Sultán, una autoridad musulmana. En esa misma preocupación, el papa Francisco viajó a Abu Dabi en febrero de 2019 y se reunió con el Gran Imán Al-Tayyed para firmar el documento sobre la Fraternidad humana para la paz mundial y la coexistencia común. Tanto el Sultán como el Gran Imán son religiosos de la versión sunnita del Islam.
El diálogo entre las religiones está basado en que todas las creencias “caminan juntas como hermanos y hermanas, con la «fuerte convicción de que las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz; […] del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común» (Documento sobre la fraternidad humana, Abu Dabi, 4 febrero 2019)”
Ahora viajó a Iraq para entrevistarse con el Ayatola Al-Sistani, el custodio de la ciudad sagrada de Najaf, donde está la tumba de Ali, el fundador de la tradición chiita del Islam, la segunda tendencia en importancia dentro de esta religión del tronco abrahanámico, junto con el cristianismo y el judaísmo. A su arribo a Bagdad fue recibido por el presidente y el primer ministro de este sufrido país, quienes proclamaron ese día como un hecho histórico que será recordado sucesivamente como el Día de la Tolerancia y la Convivencia.
Se trasladó también a la ciudad de Ur, donde según la tradición nació Abraham, el fundador del tronco religioso que diera lugar a las Grandes Religiones Monoteístas y de allí, regresando a Bagdad dio una misa en la Catedral Católica de Rito Caldeo.
El domingo la cuestión fue más compleja, voló a Erbil, la capital de la Región Autónoma del Kurdistán, donde fue recibido también por su presidente. Los kurdos son más de 40 millones de personas distribuidas entre 6 países de la región, el único que no logró formar un estado nacional. Proponen un confederacionismo democrático y coexisten a su interior diversas religiones, son mayoritariamente musulmanes sunnitas (también hay chiitas, yaziditas, yaresanitas, cristianos y judíos). Se han destacado por su capacidad militar para enfrentar a los fundamentalistas islámicos y controlan además el 25% de territorio sirio. Tienen una confrontación histórica con Turquía, que los acusa de terroristas y ellos de genocidas. Allí pudo dar una misa en un estadio frente a miles de cristianos, sobrevivientes de las masacres del ISIS. A la comunidad cristiana de Qaraqosh los alentó a reconstruir y a consolidar su presencia milenaria en la Región. Este lunes regresó a Roma.
Gol de media cancha
Con este viaje Francisco se consolidó como un líder de escala mundial con capacidad de interlocución y convocatoria. Mientras que Biden trata de posicionarse en la región bombardeando a los fundamentalistas islámicos en Siria, mostrando los dientes desgastados del Imperio, Francisco le explica con su testimonio la importancia del diálogo: “hablando la gente se entiende”. Fortalece a los chiitas de Iraq y les quita liderazgo a los chiitas de Irán, más preocupados por tener bombas atómicas y enfrentados en un conflicto que sólo sirve para desgastarlos. Muestra que puede dialogar tanto con chiitas como con sunnitas, si estos tienen buena voluntad, y que son más de los que se piensa quienes quieren la paz, aislando políticamente a los extremistas.
Fortaleció la presencia de los cristianos y les brindó una cobertura política y religiosa, abriendo el “diálogo entre las religiones”. Ya terminó la época de las Cruzadas y los bombardeos. También se posicionó como líder no sólo de los católicos sino de todos los cristianos de buena voluntad, a la vez que da un testimonio personal de compromiso con la paz y la convivencia entre las distintas religiones, presentándose en los lugares que más lo necesitan, al margen de su seguridad personal, tomando el modelo del martirio, con lo cual deja como un grupo de conspiradores trasnochados a quienes lo critican en la Curia Romana, que recomendaba no ir. En fin, una carambola a varias bandas.
Los que no entienden que no entienden
Mientras Francisco jugó en las Grandes Ligas mundiales, dando estas lecciones de creatividad, audacia y claridad de objetivos, la Jerarquía mexicana se enfrascó en una pública y estéril discusión sobre a quién le correspondía pagar los gastos hospitalarios del Cardenal Norberto Rivera. El actual arzobispo se deslindó del compromiso. La gran lección la dio el Ing. Carlos Slim Helú, uno de los hombres más ricos del mundo, quién se internó también por Covid19, pero en un hospital público y gratuito de la misma ciudad. Nos congratulamos que ambos hayan sido dados de alta.
*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH