El economista César Villalona confirmó a Prensa Latina que el recorte de subsidios es una de las respuestas habituales de los gobiernos que pactan con el FMI, para reducir costos y elevar los ingresos.
Villalona, quien integró el Consejo Nacional del Salario Mínimo, precisó que en El Salvador son subsidiados los servicios de agua, electricidad, gas licuado y transporte público, y quizás uno o varios sean recortados.
‘El gobierno también podría recortar los pocos programas sociales que dejó al asumir, en junio de 2019, y elevar el despido de empleados públicos para reducir gastos’, estimó el reconocido analista de temas económicos.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, confirmó a inicios de marzo que la administración del presidente Nayib Bukele, negocia con el FMI un acuerdo para obtener mil 300 millones de dólares durante los próximos tres años.
‘El Fondo nunca presta sin condiciones, y cuando otorga fondos para tres años impone medidas de ajustes, porque el gobierno se endeuda y necesitan garantías de que se pagará’, acotó Villalona.
El experto también alertó sobre una eventual privatización de empresas públicas, y un alza en los impuestos al consumo y un incremento de precios que eventualmente desplomará el consumo y quebrará pequeños negocios.
De acuerdo con los adelantos de Zelaya, el acuerdo que negocia El Salvador es similar al pactado por Costa Rica, que generó múltiples protestas populares en esa nación centroamericana.
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