Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*
Los allanamientos emprendidos los pasados días por la FGR en la Asamblea Legislativa, también han servido para que la misma fiscalía supere su recurrente pasividad cuando de investigar delitos de cuello blanco se trata; para el caso los primeros datos ofrecidos permiten conocer que virtualmente la mitad de la planta de la casa legislativa se corresponden con empleados partidarios, que además parece ser poseen salarios que rondarían los $4,000.00 por persona; a ello debemos sumar el que algunos padres de la patria tendrían a su servicio hasta 35 empleados, algunos de los cuales realizarían labores no oficiales, tales como preparar su comida o atender sus hijos.
Hay que acotar que la misma Fiscalía reconoce con datos en mano que ésta práctica no es ejercida por todos los diputados.
Por otro lado, las razones de la FGR, hay que decirlo, no son porque ésta es de regular una rigurosa cumplidora de sus obligaciones constitucionales, pues el mal que referimos no es de ahora sino una deleznable practica ya instalada y naturalizada por las diferentes corrientes políticas, explotada además por quienes no tienen mas referencia que las relaciones y su interés, al ofertar sus servicios esquilmando el erario público.
Dicho de otro modo, la FGR, como parte de un inmenso y disfuncional aparato cuya efectividad es en extremo cuestionable, solo a demostrado ser eficiente cuando de perseguir a indeseables políticos se trata, mientras que, cuando de delitos de lesa humanidad o de cuello blanco, o puntualmente de los estratos más adinerados se trata, ésta, la FGR nunca a cumplido sus obligaciones constitucionales, favoreciendo siempre a esos sectores.
Entonces, ahora se muestra alineada con la supuesta cruzada emprendida desde el ejecutivo para eliminar la bochornosa práctica del clientelismo legislativo, procurando de paso conservar sus privilegios, que son un subproducto del esquema político imperante.
Es decir, estas acciones de la FGR son un poco disimulado esfuerzo de su parte para ofertar a la administración sus servicios, facilitando la persecución política que se avecina mediante las acciones fiscales emprendidas, mientras somete el control político de la FGR al ejecutivo que así asegurará sus intereses en desmedro de los del soberano y del estado.
“Imperante”, porque durante la noche del domingo el ejecutivo dibuja sin ningún rubor, que la política de oídos sordos ejecutada a la fecha por la administración se profundizará, excluyendo de la existencia a la oposición o a los representados por ella, como por extensión a quienes expresen abiertamente su disensión con el estado nepotista, corrupto, fascista, incompetente y regresista, que desarrolla esta administración.
Se consolida así el estado personal y regresista al que el ejecutivo aspiro, sin controles u oposición, en el que el discurso demagógico y la mediática a su disposición, dibujaran la verdad que debamos aceptar, sin revisión o critica, en su interpretación de progreso.
Antes, recordemos, en 1932 se instalo otro fascista con igual mentalidad, dando origen a la larga noche del militarismo medieval que domino nuestra historia reciente, y de la que solo pudimos escapar mediante la guerra.
*Educador salvadoreño
