Las desapariciones forzadas, homicidios y otros delitos contra la integridad y la vida, sobre todo de mujeres, se han mantenido de forma sistemática en el país, no es un tema nuevo. Así lo dijo Verónica Reyna, Directora de Derechos Humanos del Servicio Social Pasionista.
Según Reyna, la variante que ahora puede haber, es que en los últimos años, tanto familiares como organizaciones de sociedad civil, denuncian los casos y, además, hay mayor visibilidad de éstos a través de redes sociales.
Ha habido un repunte de las denuncias públicas que se hacen de este tipo de casos.
Otro tema que sigue siendo una preocupación para la población salvadoreña, es el constante acoso a jóvenes, en sus lugares de residencia, sobre todo en zonas donde hay alta presencia de pandillas y en las que éstas siguen teniendo el control.
Para Verónica Reyna, la relación actual del gobierno con las pandillas se ha interpretado de dos formas. Una es la imagen que se quiere dar del combate a estas estructuras en el marco de la implementación del Plan Control Territorial y, por otro lado, la idea de que el gobierno pudiera estar negociando con las pandillas, especialmente con la MS-13. Independientemente de si hay estas negociaciones, lo cierto es que en el territorio, quien controla son las pandillas.
Para la directora de Derechos Humanos del Servicio Social Pasionista, a partir del 1 de mayo podría haber más financiamiento para el Plan Control Territorial por parte de la nueva Asamblea Legislativa, pese a no haber información sobre éste.
Bajo la excusa de recoger información en territorios dominados por pandillas, los drones pudieran recoger información privada de otras familias. Y, no hay claridad de qué uso se hará de la información ni cómo será manejada por las autoridades. Es aquí donde radica la importancia de conocer información sobre el Plan Control Territorial, del que mucho se ha hablado, pero muy poco se conoce.
