COMO SANTIFICAR LA SEMANA SANTA

Por Mauricio Mejía.

Lo primero que debemos tener en nuestra mente y corazón, es que los días de la vacación motivada por la Semana Santa, son días santos, que simbolizan diversos hechos, que debemos venerar y honrar:

  • Domingo de Ramos el ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén, es el anuncio de la buena nueva que establecería un nuevo orden de convivencia, el cristianismo.
  • Lunes Santo o Lunes de Autoridad; destaca la expulsión a latigazos por parte de Jesús, de los mercaderes del templo;
  • Martes Santo, día de Controversia, Jesús enfrenta a los fariseos, a los sumos sacerdotes y a los maestros de la ley y enaltece los principios sobre los cuales se fundó el cristianismo;
  • Miércoles Santo. Mientras Jesús predica, Judas pacta con el tribunal de sacerdotes judíos, el Sanedrín, la entrega de su maestro por 30 monedas de plata.
  • Jueves Santo: se realiza la tradicional cena del inicio de la Pascua, que para Jesús y los apóstoles transcendió como la Ultima Cena, en la que al final, Jesús efectúa el Lavatorio de pies de los apóstoles, que simboliza la humildad y vocación de servicio que todo cristiano debe practicar.
  • Viernes Santo: Jesús prisionero, acusado de sedición y blasfemia, es flagelado, humillado y coronado rey de los judíos con una corona de espinas. Condenado a muerte, es llevado por el camino de la Cruz, vía crucis, al monte del Gólgota o Calvario y Crucificado, hechos realizados con extrema brutalidad para aleccionar a quienes se atreviesen a desafiar al imperio.
  • Sábado Santo: Jesús yace en el sepulcro, es un día de silencio de oración y por la noche el pueblo participa de la Vigilia Pascual, en espera de la resurrección de Jesús.
  • Domingo de Resurrección: Día de alegría, de esperanza, Jesús resucita de entre los muertos y por cuarenta días se muestra a los apóstoles, para luego ascender al cielo.

Luego para santificar la Semana Santa, debemos abrir mente y corazón para que Jesús resucite en nosotros y donde quiera que nos encontremos, en la Iglesia, en el vehículo, en el transporte público, en la casa, en la playa, en un centro comercial, nos acordemos de honrar esa resurrección evitando el exceso de placeres que nos inducen una conducta atentatoria contra la vida, volviéndonos indignos del sacrificio de Jesús Crucificado.

En nuestro horizonte visualizamos la necesidad de llamar la atención de los salvadoreños que visitan los centros turísticos en el sentido de extremar sus precauciones, en tanto el riesgo al que se someten es alto; tanto así que las tradicionales actividades religiosas como procesiones y el santo entierro han sido suprimidas en algunas parroquias y por ello una forma de santificar la Semana Santa, consistiría en la adopción de una conducta decorosa, recordando a Jesús Crucificado, y de esta manera no ser parte de las estadísticas de las víctimas de la imprudencia, de la violencia o del COVID, que ya se preparan para dar como noticia el lunes de pascua.

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