Zúñiga y su comitiva llegaron la víspera a esta capital como parte de una gira de cuatro días que también lo llevará a El Salvador.
Encuentros privados con el canciller, Pedro Brolo, y con el presidente, Alejandro Giammattei, fueron sus primeras actividades aquí, sin que trascendieran detalles de los diálogos.
Medios de prensa guatemaltecos destacaron hoy que la visita de Zúñiga ‘marca el inicio de la nueva era en política migratoria por parte de Estados Unidos y Guatemala, definida por el Gobierno del nuevo presidente, Joe Biden’. Esa nueva estrategia ‘deja atrás los acuerdos de tercer país seguro firmados en 2019 por los expresidentes Donald Trump (2017-2021) y Jimmy Morales (2016-2020)’, agregan.
En marzo pasado, el funcionario y el principal asesor del presidente Biden para Latinoamérica, Juan González, cancelaron su visita a Guatemala a raíz de la erupción del volcán Pacaya y el cierre durante 24 horas del aeropuerto internacional La Aurora.
El llamado Triángulo Norte de Centroamérica, formado por Guatemala, El Salvador y Honduras, es una de las regiones más pobres y violentas del planeta, de acuerdo con diversos estudios de organismos internacionales.
Cada año, más de 500 mil personas procedentes de estos tres países, incluidos miles de menores de edad, muchos de ellos no acompañados, intentan emigrar de manera ilegal a Estados Unidos a causa de la pobreza, la violencia y corrupción imperante.
Históricamente Guatemala es territorio de tránsito de caravanas, desde 2018 fundamentalmente de hondureños, aunque a su paso también se suman guatemaltecos afectados por los mismos flagelos, particularmente de áreas rurales y población indígena.
Por lo general, esta nación acogió a los migrantes a su paso por varios departamentos.
Sin embargo, desde 2020, con el pretexto de la Covid-19, el gobierno de Giammattei impuso Estados de Prevención para impedir su asistencia por parte de los pobladores en las carreteras y a inicios de 2021 reprimió violentamente uno de estos grupos antes de llegar a México.
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