Para la mayoría de personas es recomendable desayunar casi inmediatamente después de despertarse. Sin embargo, para algunos individuos esta recomendación no aplica, según una endocrinóloga rusa.
Es aconsejable desayunar para quienes padecen diferentes enfermedades del tracto gastrointestinal, la resistencia a la leptina, un déficit de proteínas y vitaminas, un desequilibrio de hormonas de uno u otro sistema, señala la endocrinóloga Ekaterina Yang.
«Si alguien sufre una disfunción mitocondrial y necesita una desintoxicación, la mejor opción para esta persona sería no desayunar durante los 40 minutos después de despertarse, sino a las 9:00 o 10:00 si se levanta a las 6:00. Y entre las 6:00 y las 9:00 puede ocuparse de sus asuntos con más productividad», afirma la experta.
Estos pacientes tienen una falta de energía permanente y a menudo desayunan instintivamente con retraso, enfatiza la médica en su cuenta en Instagram. La digestión es un proceso que requiere mucha energía, y, por lo tanto, si no desayunamos conservamos más energía, añade.
Algunos deportistas incluso pueden excluir el desayuno para «sorprender» a su organismo con un cambio de régimen y perder peso, apunta la endocrinóloga.
