Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra.
Los actuales sucesos de El Salvador, rebasan ya sus fronteras y, el ámbito estrictamente electoral y de política cotidiana. Para explicar esta situación, usaré como referencia, varios artículos de publicaciones especializadas, relacionándolos con los sucesos políticos actuales. La geopolítica, no es ciencia que interese, a quienes subsisten de su jornal laboral diario, pero que les afecta particularmente, pues cualquier cambio en su entorno, les crea efecto negativo, en cuanto carecen, de toda capacidad de maniobra económica, de previsión u oposición.
En la revista electrónica de Rice University´s For Public Policy ISSUE BRIEF, del 08.24.14, escribe Constantino Urcuyo, el artículo intitulado “La Estrategia China en Centroamérica”, en el cual sostiene que, uno de los problemas de China continental fue que, su llegada a Costa Rica, no tuvo la penetración deseada, pues el sistema político centralizado de China, no fue compatible, con el sistema político costarricense, que exigía un nivel de entendimiento fuera de las cúpulas, lo cual no deseaba China continental.
En ese mismo año, en la revista Economía y Negocios, en El Salvador, se planteó la conveniencia de una relación mucho mayor, de la economía salvadoreña con China continental, en materia de inversiones, pero se deduce que en “paridad”, es decir, entendiendo que es un inversor, que se somete a las reglas del juego, impuestas en El Salvador, para poder utilizar su plataforma logística y los tratados de Libre Comercio de Estados Unidos con Centroamérica. Fue situación alejada de la realidad, pues la pretensión china era geopolítica, en su lucha comercial, con Estados Unidos.
La Universidad de Navarra, en su Facultad de Derecho – Relaciones Internacionales, publica GLOBAL Affairs Estrategic Estudies, un artículo intitulado “China aumenta su interés por Centroamérica: El Salvador, su última pieza”, escrito por Jimena Villacorta, el 12/11/18, en el cual se lee: “El puerto de La Unión está estratégicamente localizado en el golfo de Fonseca, donde confluyen El Salvador, Nicaragua y Honduras (es el único acceso de este país al Pacífico). Además, puede conectar en cuestión de pocos kilómetros con el canal seco que Honduras está a punto de terminar, al ampliar la carretera que une sus instalaciones de Puerto Cortés, en el Atlántico, con el golfo de Fonseca. La costa de Honduras en el golfo no reúne las condiciones apropiadas para un puerto de aguas profundas, por lo que la salida natural de sus mercancías al Pacífico sería La Unión.”
En la página web de CELAG. ORG (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica), se publica el artículo “La China continental en Centroamérica”, cuyo autor es Nery Chávez García y escribe el 22/mayo/2019. “China, en los años recientes, se ha consolidado como potencia hegemónica a nivel mundial, a través de un proceso en el que América Latina ha resultado clave. Esta región no sólo significa el contacto con un gran bloque de países, también es la apertura de mercados de bienes comunes, rutas geoestratégicas y, no menos importante, la acción en una región que históricamente ha sido influenciada por Estados Unidos. La subregión centroamericana se ha ido incorporando a este acercamiento desde 2007, dejando de lado herencias de la Guerra Fría y abriendo nuevas rutas que suman complejidades geopolíticas a la región”.
Todo cuanto hemos leído, nos indica que, el cambio constitucional planteado por los seguidores de Nayib Bukele, es necesario, para consolidar la cabeza de playa de China en Centroamérica y que, la expansión de Nuevas Ideas en Honduras y Guatemala, es la forma de realizar dicha penetración, pues al desestabilizar el área, la gobernabilidad se pierde, creando un problema mayor a Estados Unidos: aislaría la región y aceleraría un proceso, que solo favorecería a China y el autoritarismo regional, acorde a lo que pretende.
