Por: Guillermo Alvarado
La oficina de la Organización Mundial de la Salud, OMS, para África advirtió que la tercera ola de la pandemia de covid-19, con las peligrosas variantes del virus detectadas en los últimos tiempos, se extiende por ese continente donde hace falta con urgencia iniciar una campaña efectiva de vacunación.
De acuerdo con la doctora Matshidiso Moeti, responsable de esa oficina, hasta el momento se han vacunado doce millones de personas, pero eso apenas representa el uno por ciento del total de la población.
Agregó la funcionaria de la OMS que hacen falta muchas más dosis aquí y ahora para evitar una tragedia que se extendería más allá de las fronteras africanas.
Las mutaciones Alfa y Beta del SARS-CoV-2 están presentes en 25 países del denominado Continente Negro, y la Delta se detectó ya en 14 naciones.
El director de los Centros de Control de Enfermedades en África, John Nkengansong, dijo que mientras en Europa la inmunización avanza a un ritmo elevado, con más del 20 por ciento de sus habitantes protegidos, la situación allí es frustrante en todos los sentidos.
Son varios los factores los que están incidiendo en la falta de acceso a las vacunas, el primero de ellos es el acaparamiento que hicieron los países más desarrollados.
Además están los problemas económicos en muchas naciones africanas, donde la pobreza es constante y profunda, a lo que se suma la debilidad de los sistemas de salud, carentes de infraestructura y personal.
No podemos olvidar que se trata de un continente donde ocurren grandes movilizaciones de masas humanas, empujadas por la miseria, los problemas medio ambientales, como sequía o graves inundaciones y la violencia.
Solo en la región del sahel, que linda con el extenso desierto del Sahara, hay alrededor de 5 millones 400 mil personas en situación de refugiados.
Los números no engañan. El epidemiologo sudafricano Salim Abdool Karim, recordó recientemente que hay 7 mil 500 millones de habitantes en el planeta, de los cuales uno de cada cinco podrían tener acceso a las vacunas producidas hasta hoy, pero en África esa proporción es de uno a cincuenta.
Un artículo del diario español El País, un medio de prensa conservador, afirma que en Chad la vacunación comenzó el 4 de junio, seis meses después de Europa, pero en Tanzania, Eritrea o Burundi, no se ha administrado una dosis.
No debe olvidarse que en una pandemia la seguridad global radica en que todos estemos a salvo. Dejar a su suerte a un continente implica una explosión de casos y mutaciones del virus que pondrán en riesgo a los que ya se creen a salvo.
Aquí solo vale la sentencia del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas: “que se llame a todos, que todos se levanten, que no haya un grupo ni dos de entre nosotros, que se quede atrás de los demás”. A buen entendedor.
Fuente: Radio Habana Cuba.