Por: Aleksandr Dunáev.
El Papa Francisco, de 84 años, pasará una semana en el hospital Gemelli de Roma tras someterse a una operación de colon, pero no piensa cambiar sus planes de viajes para los próximos meses.
Este domingo era uno de los primeros días de las vacaciones de verano que el Papa Francisco se toma cada año. Hacia las 15.00 (13.00 GMT) el pontífice, acompañado por su chófer y un ayudante de confianza, llegó al hospital Gemelli de Roma en un coche sin ningún signo de reconocimiento. Los medios italianos informaron de que iba a ser operado, pero sin precisar de qué tipo de operación se trataba.
Unas horas después la Santa Sede difundió un boletín médico para comunicar que «el Santo Padre se sometió a la operación quirúrgica prevista para la estenosis diverticular de sigma». Reaccionó bien a la operación, que fue llevada a cabo por el profesor Sergio Alfieri y duró unas tres horas, pero debe quedar bajo observación médica una semana.
LA SALUD DEL PONTÍFICE
En los ocho años de su pontificado, el Papa Francisco nunca tuvo que recurrir a la ayuda de cirujanos, a pesar de ciertos rumores que cada vez resultaban infundados.
Sin embargo, según relató él mismo en una entrevista que concedió hace cuatro años al periodista argentino Nelson Castro, en la vida tuvo que enfrentarse con varios problemas de salud.
En 1957, cuando aun era seminarista, le extirparon el lóbulo superior del pulmón derecho, donde le detectaron tres quistes, y años después, cuando ya era superior provincial de jesuitas, se sometió a una operación en la vesícula.
El Papa Francisco también habló de un problema de corazón que sufrió en 2004 y de hígado graso que le diagnosticaron tras su elección como pontífice y que pudo superar gracias a una dieta prescrita por los médicos.
Además, el obispo de Roma sufre periódicamente de ciática, la cual incluso lo obligó a cancelar algunos eventos en los últimos años, y tiene el pie plano, por lo cual, como dice él mismo, a veces camina «como una gallina clueca».
En cuanto a la operación de este domingo, fue sugerida por el médico personal del pontífice, Roberto Bernabei, que le diagnosticó una enfermedad diverticular de colon. Se trata de pequeñas hernias que se forman en la pared de colon y pueden causar toda una serie de complicaciones como inflamación, hemorragia, obstrucción o perforación de la pared.
Según observan los medios italianos, es un mal muy común en los países occidentales y en las personas de tercera edad: de hecho, a los 85 años lo padecen dos tercios de la población.
REACCIONES EN ITALIA
Al conocerse la noticia de la operación del papa, los políticos italianos no tardaron en mandarle mensajes de apoyo.
El presidente de Italia, Sergio Mattarella escribió al pontífice que «el afectuoso pensamiento de todos los italianos, que transmito y al que uno el mío, acompaña en estas horas a Su Santidad, junto a los más cordiales deseos de buena convalecencia y aún mejor y pronta curación».
A su vez, el primer ministro Mario Draghi expresó su «afectuoso deseo de rápida convalecencia» y el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, aseguró que él mismo y la institución que encabeza «están a su lado». También mandaron sus mejores deseos al pontífice la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas (izquierda) y la jefa del partido Fratelli d’Italia (derecha radical), Giorgia Meloni, entre otros.
DESPUÉS DE LA OPERACIÓN
A pesar de la operación, el Papa Francisco no piensa renunciar ni a las actividades consuetas, ni a los viajes programados.
Después del 4 de agosto cuando terminen sus vacaciones, el pontífice reanudará las audiencias generales que organiza los miércoles.
En cuanto a su agenda internacional, unas horas antes de dirigirse al hospital Gemelli anunció una visita pastoral a Eslovaquia y Hungría entre el 12 y el 15 de septiembre.
Fuente: Sputnik.
