Por: Francisco Parada Walsh*
Hemos sostenido hasta la fecha, que el gobierno del presidente Nayib Bukele ha sido totalmente indulgente con la oligarquía. También, que para tocar temas esenciales que le interesan al pueblo, ha recurrido a todo tipo de cortinas de humo. De todas vemos, sin embargo, con tiempo de caducidad y que son efectivas a muy corto plazo y en poca medida y ¡La llanura no se deja dar paja! Esto debe de advertirlo el “formidable equipazo” de asesores del ejecutivo.
Hay que reconocer que su apego al libreto de El Príncipe de Maquiavelo ha sido impecable, hay una meta, no importa el hambre, el costo, regalar dinero del pueblo con tal de conseguir el todo; sin embargo las fisuras y falta de visión son evidentes. Muchísima falta de visión. Nuevamente, se ve el árbol y no el bosque. Hace poco, una diputada de ARENA irrumpió en forma descontrolada durante la plenaria. No se le escuchaba lo que decía y en un arrebato de niñería la bancada vacía como un cántaro no se lo permitió.
Sin embargo, después sí gozó del uso de la palabra y a esa parte de su argumentación nadie le prestó atención. Dijo la diputada que la presente asamblea era la del silencio (Le agrego, de las marionetitas), que toda la bancada se sentaba a levantar la mano de acuerdo a órdenes giradas de más arriba, pero que alegatos, discusiones, planteamientos personales sobre leyes de nación, provenientes de todos esos rostros tan jóvenes, vírgenes, dóciles, tan serviles como desconocidos, no se oían.
Silencio. Excepto este día en que escribo, en donde ofrecen una “conferencia de prensa sorpresiva” ¡Recórcholis! ¡Pueden hablar! Para abordar el tema del salario mínimo. Estos diputados no meten la pata, sino el casco entero. Justamente el día en que aparece la lista Engel que salpica la administración del patrón, ¡Que piensa que el pobre soy yo, tarara tarara! Y es que hasta ahora, también en un mensaje mañanero del presidente, sale anunciando, con toda orquesta, el aumento al salario mínimo.
Oportuno a la Lista Engel, claramente insuficiente, sin caldo, un parche deslucido, apresurado, mal pegado. Quiero exponer al lector todos los argumentos, repetidos que funcionan como pantalla de humo, Para no abordar los problemas reales del pueblo, y para no tocar de forma directa a la oligarquía tan señalada. ¡Que los de siempre, que 30 años o más de opresión, que los de la esquina, que los corruptos de ARENA y del Frente, que Norman, que Neto, que la sede de ARENA y por último, que el bitcoin! Así, en esta diatriba monótona o arenga Hitleriana, que señalaba la diputada arenera, se encuentran las cortinas de humo para mantener la atención de la gente, entre fanáticos y no fanáticos fuera de los asuntos ¡de importancia! Pero se agota y parece que lo notan. De repente aparece un vástago de la Ley de Aguas.
Ahora, la revisión del salario mínimo. Como he dicho, al salvadoreño no le importan en esencia las corrupciones, sino lo que hagan por ellos. Pareciera funcionar como infame, burdo y un vulgar distractor de la indeseable lista, pero no lo consigue. Nos llama la atención, sobre todo esto sin embargo, por qué la tan triste, tristísima oposición no menciona el tema de las pensiones, ni la bancada oficial.
Es otro silencio sospechoso. Nos recuerda a los oligarcas que son dueños de las AFP y nos hace sospechar entre ellos se encuentran quienes apoyan al presidente. No lo sabemos. Sin embargo, mucho más allá de ser una simple cortina de humo, sino una muralla que protegería al ejecutivo de cualquier lista tenebrosa, sea real o no, sería lanzar una verdadera reforma al sistema de pensiones (Escribo esto como una surrealista historia que ese dinero cotizado solo existe en la mente del trabajador). Es la cereza del pastel y lo sabe el cuerpo de “Brillantes asesores” de casa presidencial. Pero sospechosamente no se menciona el tema, apenas. Otro silencio delator. El pueblo está atento, no es bobo.
Incluso la fanaticada terminará por el desencanto sino se toman medidas urgentes. El sistema de propaganda puede funcionar, durante cierto tiempo, (Un período más o como pintan las cosas, el castillo se derrumba y qué mejor destino que Qatar)). Hubiera funcionado mejor, lo de las pensiones. Luego podría venir un desastre social, o regresar al sistema anterior, y el banquillo de los acusados cambiaría de lugar; harto estoy de ver a tantos “intocables” que creyeron en su auto suficiencia, su ego, su mundo.
Por seguro, el mismo Maquiavelo en persona les recomendaría, que es mejor echarse al pueblo a las espaldas con transformaciones reales y sensibles para que goce de ese respaldo que lo ha vuelto tan popular para unos y tan impopular para otros y tan fuerte para otros y tan débil para unos. Al tiempo de rodearse de otros tipos de “notables”, que pareciera escasean por doquier en esa “casona” con fríos y vacíos cuartos, como las cabezas de ese grupo asesor.
*Médico salvadoreño
