Por: Ramiro Barreiro
El 28 de agosto de 1789, la Asamblea Constituyente de Francia debatía cuánto poder debía tener Luis XVI. El debate entre los fieles de la Corona y los revolucionarios fue ganando en intensidad, al punto que unos y otros tuvieron que ser separados a cada lado del presidente del organismo, Marqués de La Fayette.
A la derecha, los partidarios de la corona, quienes buscaban una monarquía constitucional para Francia. A la izquierda, los revolucionarios, progresistas que exigían un cambio radical.
Ese día nacieron los conceptos de derechas e izquierdas, que se opondrían para siempre, aunque con innumerables disfraces o eufemismos, según el momento de la historia y la cultura que se trate.
Esos antifaces se caerán este domingo en Chile, cuando las primarias enfrenten a dos coaliciones de partidos para definir quienes representarán a las antagónicas ideologías en las elecciones de noviembre. Pocas veces se ha visto en los sistemas políticos de la región que derechas e izquierdas -también oficialismo y oposición- se enfrenten de manera tan directa como lo harán en este país sudamericano el próximo domingo.
Las primarias para las que están habilitados a votar 14.693.433 ciudadanos y ciudadanas en Chile y en países del exterior confronta a la Lista A (derecha) con la B (izquierda).
La lista A será la de Chile Vamos, una coalición conformada por los partidos Renovación Nacional (RN), Unión Demócrata Independiente (UDI), Evolución Política (Evópoli) y Partido Regionalista Independiente Demócrata (PRI).
La lista B será la de Apruebo Dignidad, constituido por Revolución Democrática (RD), Convergencia Social (CS), Partido Comunes, Partido Comunista (PC) y Federación Regionalista Verde Social (FREVS).
¿QUÉ SE JUEGA LA DERECHA?
El destino de la lista A este domingo estará marcado por el presentismo de chilenos y chilenas en los locales electorales.
Los factores para que los votantes no acudan a las urnas este fin de semana son varios. El voto voluntario, que viene entregando cifras de abstención muy pronunciadas en la última década; la pandemia de covid-19; y un fin de semana largo, marcado por el feriado del viernes.
La derecha en particular, ha tenido dificultades para convocar a sus adherentes a comicios populares desde el denominado «estallido social» de 2019.
«Nosotros esperamos llevar 800.000 personas a la primaria, ojalá más, pero es muy difícil», confesó Mario Desbordes, el abanderado del partido Renovación Nacional (centroderecha), uno de los candidatos.
Para el director del Centro de Análisis electoral Tu Influyes, Axel Callis, «la derecha está absolutamente derrotada políticamente y ellos lo saben».
«Están muy a la baja y están siendo arrastrados por la impopularidad del presidente (Sebastián Piñera), con una aprobación que está en torno a los nueve u 11 puntos, indicadores que solo ocurren en Perú, y que son bajísimos para cualquier país del mundo», agrega a Sputnik.
Para el analista, la derecha chilena está en «un pantano bastante profundo», sin liderazgos fuertes, y «arrastrados por esta ola anti neoliberal que se ha instalado en Chile» desde las protestas que comenzaron en septiembre de 2019.
En la lista A compiten cuatro candidatos: el economista y exalcalde de la comuna santiaguina de Las Condes, Joaquín Lavín (UDI); el abogado y excarabinero (policía militarizada), Mario Desbordes (RN); el ingeniero Ignacio Briones (Evópoli); y el expresidente del Banco del Estado de Chile, Sebastián Sichel (PRI).
Según el último estudio de la encuestadora Activa Research, de aquellos que votarán en la primaria de derecha, un 26 por ciento de inclinará por Lavín, un 21 por ciento por Siches, un nueve por ciento por Desbordes y un tres por ciento por Briones.
Para Callis, sólo Sichel tiene potencial para salvar a la derecha del panorama actual, aunque con un proyecto más personal, de corte independiente.
¿QUÉ SE JUEGA LA IZQUIERDA?
En la lista B competirán el diputado Gabriel Boric (FA) y el alcalde de la comuna santiaguina de Recoleta, Daniel Jadue (PC).
En las últimas semanas comenzaron a verse algunas grietas que dejaron ver que Apruebo Dignidad es una alianza frágil, formada por partidos de izquierda, por tanto cercanos en términos ideológicos -también programáticos-, pero que está en un punto máximo de tensión, y puede llevar a un ruptura.
«Cuando un país vira hacia la izquierda, la izquierda se fragmenta, es un clásico de Latinoamérica», resume el politólogo.
«Está la oferta, las ganas de que existan estos cambios», añade, «se multiplican los candidatos y los proyectos pero no hay un solo proyecto».
Siguiendo datos de finales de junio de la misma consultora, entre los votantes de Apruebo Dignidad lidera las preferencias Daniel Jadue, con el 44,7 por ciento, seguido de Gabriel Boric, con el 27,6 por ciento.
Pero, según Callis, por errores propios y un golpe de timón en su estrategia, Jadue perdió terreno en las últimas dos semanas y Boric podría dejar el papel de sparring para ponerse el traje de favorito.
El futuro presidente de Chile no será uno más sino que tendrá un sitio más que importante en la historia.
«Aunque no lo quiera, el próximo presidente o presidenta va a tener que instalar el nuevo régimen político y todos los cambios que surjan de la convención constituyente. Si es alguien que viene de la derecha va a ser muy difícil esa tarea y si es de la centro izquierda o la izquierda va a haber una armonía mucho mas natural», cierra.
Así como en Francia en 1789, será entonces la nueva constitución la que diga en Chile quienes se sientan a su izquierda o a su derecha.