Un grupo de arqueólogos encontró una botella llena de un misterioso líquido color marrón y colocada entre las piernas de un esqueleto, durante lo que podría considerarse la mayor excavación realizada en la ciudad de Hull, Inglaterra.
El descubrimiento de la tumba en cuestión se produjo en el antiguo cementerio de Trinity, donde un equipo de 70 expertos trabaja en función de un proyecto para crear en el lugar un nuevo cruce vial, en un intento de minimizar la congestión en el centro de la urbe.
Según informan medios locales, se trata de una botella de vidrio en color azul, totalmente sellada, que lleva la inscripción ‘Hull Infirmary’ y parece haber sido colocada deliberadamente entre los huesos de una mujer que murió a los 60 años.
Se cree que el equipo estará largo tiempo examinando alrededor de 1.500 esqueletos exhumados, que fueron enterrados entre 1783 y 1861.
El descubrimiento de la botella despertó desde el primer momento diversas interrogantes. Katie Dalmon, supervisora de osteología, comentó que “es un tanto normal encontrar artefactos tales como anillos, monedas, artículos de vestimenta e incluso vajilla, como platos, en un campo funeraria, pero esta botella resultó bastante inusual”.
La etiqueta de ‘Hull Infirmary’ (literalmente, enfermería de Hull) fue la primera pista para lo que se ha convertido en un trabajo de detectivismo arqueológico. Muestras del líquido fueron enviadas a la Universidad de Nottingham Trent, para un análisis que permitiera identificar el misterioso fluido.
Dalmon anunció que los resultados confirmaron la presencia de sodio, potasio y fósforo, al tiempo que descartaron que se tratase de algún compuesto farmacológico.
De otra parte, los resultados “dejan abierta la probabilidad de que el líquido sea orina, pero también plantean toda una serie de interrogantes adicionales”. “¿Qué significa esto? ¿Por qué fue puesta ahí? Y si no es orina, ¿qué puede ser?”, se pregunta Katie Dalmon.
La experta agregó que otra teoría es que el líquido puede haber sido un tipo de bebida tónica a base de fósforo. Sin embargo, no hay total seguridad, por lo que continúan realizando pruebas para intentar hallar una respuesta definitiva.
