El gobierno del presidente Joe Biden acelerará el procesamiento de las solicitudes de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, al igual que las expulsiones de algunas familias migrantes, de acuerdo con un plan presentado esta semana por la Casa Blanca.
El mandatario demócrata ha revertido muchas de las políticas restrictivas de migración de su predecesor republicano Donald Trump, pero los arrestos fronterizos han aumentado a máximos de 20 años en los últimos meses, lo que ha avivado los ataques de los republicanos.
El plan de 21 puntos tiene como objetivo crear un sistema de inmigración justo, ordenado y humano, pero aclara que “no se logrará de la noche a la mañana”.
Los detalles del plan han sido esbozados con anterioridad por la administración en su solicitud de presupuesto anual al Congreso y otros anuncios.
El gobierno tiene como objetivo acelerar el procesamiento de las solicitudes de asilo en la frontera sur al autorizar a los oficiales a pronunciarse sobre los casos, de acuerdo con el plan, sin pasar por los tribunales federales de migración que están retrasados por sus elevadas cargas de trabajo.
La oficina de presupuesto de la Casa Blanca revisa un borrador de regla para hacer ese cambio desde principios de julio.
El gobierno también explicó que usaría un proceso conocido como deportación acelerada para resolver con mayor celeridad los casos de algunas familias atrapadas en la frontera entre Estados Unidos y México, potencialmente expulsándolas. Sin embargo, el documento proporcionó pocos detalles sobre la nueva política.
Al cierre de esta edición, el gobernador de Texas, Greg Abott, informó que la Guardia Nacional de su estado desplegada en la frontera con México comenzará a ayudar a la policía estatal a realizar arrestos.
Fuente: La Jornada.