La Organización Internacional para las Migraciones informó que, en recientes entrevistas realizadas a migrantes varados en distintas ciudades de la frontera entre México y EE. UU., “lo que todos tienen en común es que lo perdieron todo por el paso de los huracanes”.
Un estudio de Organización Internacional para las Migraciones (OIM), revela un aumento de los “migrantes climáticos” desde Centroamérica hacía la frontera de México con Estados Unidos.
Según la investigación, basada en múltiples entrevistas, a las causas ya conocidas que impulsan la migración como la pobreza, la violencia y la discriminación, se le suma ahora el cambio climático.
De acuerdo con el organismo de las Naciones Unidas, cada vez más personas buscan emigrar “para dejar atrás los desastres causados por fenómenos meteorológicos extremos que han devastado sus comunidades.”
Los testimonios recogidos en el documento dejan en evidencia, a criterio del organismo, “cómo la migración en todo el mundo se ve cada vez más afectada por las consecuencias de las inundaciones, huracanes y tormentas”.
Prueba de los efectos que poseen los fenómenos climáticos en la región es el hecho de que la migración desde el Triángulo Norte se vio exacerbada luego de que los huracanes Iota y Eta azotarán la región.
Sendas caravanas de migrantes provenientes de Honduras han sido disueltas en Guatemala en lo que va del año, la última salió de la ciudad de San Pedro a finales de julio. Honduras fue uno de los países del Triángulo Norte que mayores daños sufrió con el paso de los huracanes, sumiendo al país en una crisis humanitaria.
Los flujos migratorios desde Centroamérica siguen siendo uno de los principales problemas del Gobierno estadounidense, en su último informe la oficina de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó que solo en el mes de julio superaron los 200.000, inmigrantes detenidos, un alza sin precedentes en dos décadas.
La relación directa de los catastróficos efectos del cambio climático en Centroamérica con la migración irregular es algo que no es ajeno al Departamento de Estado de Estados Unidos, que ya está tomando medidas.
Recientemente la portavoz en español de esa cartera, Namita Biggins, dijo a la Voz de América que es claro que el impacto de eventos catastróficos, como los huracanes que destruyeron los hogares y medios de subsistencia de unos 6,8 millones de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños el año pasado, catapulta las migraciones irregulares, a pesar de las advertencias y de los peligros que representa la travesía.
La portavoz también señaló que la apuesta de la Administración Biden en cuanto al tema “es ambiciosa y de un renovado liderazgo global”, y que regiones como la centroamericana son prioritarias por las implicaciones que tiene para la primera economía del mundo.
Fuente: VOA Noticias.