Complejo panorama laboral en América Latina

Por María Josefina Arce

América Latina y el Caribe, la región más desigual del mundo, presenta una crítica situación respecto al empleo y las perspectivas no son nada favorables a corto plazo. La recuperación  podría comenzar a experimentarse solo a partir de 2024.

La COVID 19, que llegó de acuerdo con los expertos en un momento de debilidad de la economía  del área, vino a profundizar la crisis en el mercado laboral. Cuarenta y tres millones de puestos de trabajo se perdieron y aún faltan por recuperar unos 14 millones.

Un informe de OIT, Organización Internacional del Trabajo, señala que el sector de servicio fue el más afectado, ante las necesarias medidas adoptadas para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Aunque en América Latina y el Caribe la informalidad es un viejo fenómeno, la pandemia agudizó ese problema que se traduce en la exclusión del sistema de seguro social de personas que necesitan más que nunca apoyo en situaciones de emergencia como la generada por la COVID 19.

El director de OIT para la región, Vinicius Pinheiro, señaló que la estrecha vinculación entre informalidad laboral, bajos ingresos y desigualdad se ha hecho más evidente en este contexto.

Preocupa por tanto, que son las ocupaciones informales las que marchan a la cabeza de la recuperación del empleo, modalidades inestables y sin derechos laborales y que ya antes de la llegada del virus registraba en el área una tasa de 51% .

El informe de la OIT detalla que desde mediados del 2020 hasta el primer trimestre del presente año alrededor de 70% de los puestos de trabajo que se generaron son informales.

Las mujeres vuelven a estar entre los segmentos poblacionales más afectados por la contracción del empleo. Jóvenes y personas con menores calificaciones engrosan también la lista.

Los especialistas subrayan que desde hacía 15 años no se registraba tan baja participación de las féminas en la vida económica de la zona. Se ha retrocedido en este aspecto, luego de haber alcanzado un cierto avance en las últimas décadas.

Aunque la informalidad es una alternativa al desempleo, uno de sus impactos en la economía es la baja productividad, además de estar asociada a más pobreza y desigualdad.

El panorama laboral es complejo en América Latina y el Caribe, dónde, alertan los expertos no se está generando la cantidad  de empleos necesarios, ni con la calidad requerida para hacer frente a las secuelas de la crisis en la región, donde el total de personas pobres ascendió a 209 míllones a finales de 2020, 22 millones más  que el año anterior.

Persisten además, la desocupación y la baja participación laboral. América Latina y el Caribe se enfrenta a grandes desafíos para alcanzar una estabilidad económica y social.

Fuente: Radio Habana Cuba.

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