Es la frase con que coronara el ciudadano presidente su corto pero disperso discurso que en ocasión del 200 aniversario de la independencia en CAPRES, dictara al final de la tarde el pasado 15 de septiembre. También y sin duda es la única verdad reflejada en el discurso presidencial que todos escuchamos.
Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*
El día comenzó con la congregación de tres núcleos de ciudadanos a quienes se convocará a sendas concentraciones que reunieron a varios miles de protestantes – France24 informo que la protesta congrego a al menos 100, 000 ciudadanos, mientras la DW anunció un número mayor -que protestaron contra las políticas financieras adelantada por la administración y que tiene en el Bitcoin su única apuesta. Cerca de las ocho y media las tres columnas iniciaron su movilización hacia el centro capitalino para finalmente encontrarse frente al Teatro Nacional, donde estremecieron la celebración imponiéndose a los eventos oficiales por su número.
Debemos acotar que la PNC no tuvo mayor presencia frente a esta movilización, pero en cambio hubo varias denuncias de ciudadanos que afirmaron que se establecieron retenes policiales a las afueras de San Salvador cuyo único objetivo era impedir el acceso de aquellos vehículos que supusieran tenían por destino sumar a mas ciudadanos a las protestas. La explicación ejecutiva al respecto deriva en que “…preferimos no confrontar a los protestantes…”, a lo que suma una advertencia que suena un tanto siniestra: “…aún no usamos el gas lacrimógeno…”, lo que supone que su paciencia tiene límite, y que fuera mejor atenderla.
Considerando que a lo largo de los dos años que a supuesto su administración y que a la fecha no hay obras o emprendimientos dignos de ser presentados como logros de la presente administración más allá del discurso y la narrativa oficial que no se puede verificar fuera de lo afirmado por el ejecutivo, o el que el manejo de la pandemia no ha sido tan exitosa como se ha supuesto (el subregistro oculto de fallecimientos por Covid supera ya los 14, 000 decesos señalados por la OMS), o que el tema de seguridad a pesar de la disminución de pérdidas de vidas ciudadanas, no es el éxito que se promueve sino el producto de arreglos con el terrorismo doméstico y que la cifra de desaparecidos por violencia social, no reconocida por la administración, es patente y real, como real es la existencia de hasta quince escuadrones activos de exterminio y limpieza social entre elementos activos que aparentemente son tolerados por el estado – Informe del estado de los DDHH-ES/2021- o que las vejaciones a la Constitución están orientadas a legitimar el estado ilegal y autoritario que preside el ciudadano presidente, dentro del cual la única entidad beneficiada con la modernización en precisamente aquella que menos se necesita: la FA, la cual, podemos especular es para asegurar su lealtad, que será útil cuando el próximo fraude electoral le favorezca y la llame defender con las armas su renovación en el cargo.
Así las cosas, ¿cómo serán los próximos tres años?
*Educador salvadoreño