El Presupuesto General de la Nación deberá ser presentado esta semana en el Legislativo, es por ello que la Iglesia Católica ha señalado algunos puntos que deben ser prioridad.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, dijo en conferencia de prensa que espera que la salud, la educación y la reducción a la vulnerabilidad deben ser apartados prioritarios dentro del presupuesto 2022.
“Yo diría que vale la pena que el presupuesto tenga esta filosofía de desarrollo de las comunidades y está bien que se trabaje en la seguridad, pero un doble aspecto: hemos dicho varias veces, no sólo la represión del crimen, que es necesario hacerla, sino también en ofrecer caminos de superación a los jóvenes, escuelas, estudio gratuito y a los adultos fuentes de trabajo. Entonces, para hacer todo esto necesitamos fondos. Y en la medicina igual, debería privilegiarse el aspecto de la salud. Estamos en una pandemia, es innegable que se ha hecho bastante en favor de de este campo de la salud, cierto, pero hace falta más, hacen falta medicinas en los hospitales, hacen falta más hospitales etc. Por supuesto la educación, ver algunas escuelas, muchas escuelas que están destruidas que no ofrecen el mínimo, es indigno”.
El Presupuesto General de la Nación del presente año en reiteradas ocasiones ha sufrido modificaciones y las carteras de Salud y Educación han sido las más afectadas. Solo en agosto pasado sufrieron un recorte de 44 millones de dólares, monto que se ha trasladado a la Fuerza Armada, al Ministerio de Gobernación, al Ministerio de Economía y a proyectos como la Ley Bitcoin.
El arzobispo capitalino dice que esto no puede volver a suceder y se deben priorizar la compra de medicinas, mantener a las escuelas públicas en buen estado e invertir en educación de calidad. Además señaló que hay varias familias de zonas vulnerables como San Jacinto, al sur de la capital, que necesitan con urgencia obras de mitigación.
El arzobispo espera que el presupuesto para el ejercicio fiscal 2022 le dé certeza al país y que se deje de lado el debate político, ideológico y electoral para que se pueda continuar con los programas sociales, el desarrollo sostenible, los proyectos estratégicos y que se dé respuesta a los efectos adversos que ha generado la pandemia de la COVID-19.
